Disminuye la cuantía del crédito concedido

Á.De la Paz
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La memoria de la CECA certifica la paulatina minoración de los préstamos suscritos por los clientes de la provincia de Toledo, que caen un 8,7% en 2017

El sector bancario que agrupa a las antiguas cajas de ahorro gestionó el año pasado en la provincia de Toledo 5.053 millones de euros en depósitos mientras mantuvo prestados 5.457 millones en créditos. Ambos datos, extraídos de la última memoria de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), son más bajos que los registrados en 2016. En el ejercicio anterior, tanto el ahorro como el crédito permanecían en niveles más elevados que el actual. Las reservas en estas entidades financieras ascendían a 5.167 millones mientras que los préstamos alcanzaban los 5.932 millones.

La cifra de depósitos se mantiene estable en la provincia desde 2014. A partir de aquel año no se han registrado movimientos de calado relativos a esta partida. Las oscilaciones han sido mínimas, lo que evidencia los problemas de las entidades bancarias para captar ahorro en un momento de dificultad laboral (aunque menguante) y de tipos de interés cercanos a cero. Sí ha descendido la cuantía de los créditos. La reducción de la deuda hipotecaria, coincidente con varios ejercicios de decrecimiento del mercado inmobiliario, han limitado la exposición de las viejas cajas ante este riesgo.

Si se comparan los datos de la provincia con los del conjunto de la nación, las entidades agrupadas en la CECA recogen un aumento en la cantidad de dinero que almacenan y un descenso en el montante prestado. Así, y en la comparativa entre 2016 y 2017, el volumen de depósitos creció desde los 501.385 millones hasta los 506.616, mientras que el tamaño del crédito repartido se redujo: de 491.187 millones en 2016 (559.574 al final de 2014) a los 483.551 actuales.

La trayectoria evidencia la política conservadora que rige actualmente en el conjunto de estas entidades. Las antiguas cajas de ahorros protagonizaron el grueso de los problemas bancarios que afectaron a España y el sector necesitó de una profunda reestructuración y de las conversión de aquellas entidades de titularidad pública y sin objetivos lucrativos en organizaciones privadas obligadas al control y aprobación de sus accionistas.

Cada depositante toledano tiene 7.400 euros de media ingresados en una de estas entidades por  7.900 euros en créditos pendientes de devolución. Los dos marcadores sitúan a los usuarios de la provincia por debajo de la media nacional. El promedio español se ubica en los 10.400 euros de créditos concedidos y los 10.900 en depósitos. El balance es negativo en el caso de los toledanos, ya que deben más de lo ahorrado, pero positivo para los clientes españoles, cuya situación es positiva.

Aunque el informe no aborda el perfil del cliente, la provincia tiene en las firmas bancarias tradicionales y las cooperativas de crédito agrícola sendos competidores para la CECA en el mercado. Esta razón se apunta como decisiva para explicar cómo Toledo se muestra alejado de la media nacional en créditos y depósitos y también por debajo, en ambas tasas, respecto a muchas provincias con condiciones sociodemográficas y económicas parecidas. Las dudas pasadas en torno a las ya desaparecidas Caja Castilla-La Mancha y Caja Madrid (problemas surgidos años atrás y ya solucionados) pudieron ocasionar fugas de depósitos en favor de otras marcas percibidas por los clientes como más solventes.