La Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo teme que bajo el «eufemismo» de integración del río Tajo en la ciudad de Toledo, se encuentre una «mortaja» que «impida que las espumas y costras que se forman en algunos azudes y presas dejen de ser visibles», eliminando alguna de ellas y recreciendo otras para que «dé la impresión de cantidad de agua a través de una lámina de agua estable, sin corriente, sin agitación, sin vida, sin espumas que atestigüen su agónica enfermedad»".
Por ello desde la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo  critican que las administraciones hayan decidido invertir «un dineral» en amortajar al Tajo a su paso por Toledo. Una mortaja, aseguraban el pasado 19 de junio, cuando conmemoraban los 40 años de la prohibición del baño en el río a su paso por la ciudad, que «no es un adorno para la vida, sino para ocultar la podredumbre de la muerte».