El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de su Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, abría el pasado mes de junio el periodo de consultas sobre el documento inicial del proyecto ‘Take me to the river’, que tiene como objetivo la integración del río Tajo en la ciudad de Toledo.

Se trata de un periodo abierto a distintos colectivos para que señalen qué aspectos y consideraciones se deben tener en cuenta a la hora de realizar la evaluación de impacto ambiental de este proyecto. Una consulta sobre la opinión de estos colectivos relativa a la amplitud y el nivel de detalle que debe tener dicho estudio, en función de sus impactos más significativos, así como sobre otras posibles alternativas de actuación, informaciones o normas que deban ser especialmente consideradas por el promotor para la elaboración de dicho estudio.

Para la elaboración de este estudio, se habilita un plazo de 30 días hábiles, durante los cuales deben hacer llegar a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural estas aportaciones, las cuales se vincularán al expediente del proyecto. Se da así el primer paso en la redacción del estudio de impacto ambiental del proyecto de las diferentes actuaciones que conforman la solución adoptada por la Confederación Hidrográfica del Tajo.

Sin embargo, entre los distintos colectivos que van a aportar sus puntos de vista sobre la línea que debe seguir el estudio de impacto ambiental del proyecto, existe el temor de que únicamente se aborden los aspectos que ellos señalen, y de ahí que ya estén trabajando en las alegaciones que presentarán más adelante, durante el proceso de información pública.

El proyecto. El origen de este proyecto se remonta a febrero de 2008, cuando la Confederación Hidrográfica del Tajo convocaba un concurso internacional de ideas con objetivo de seleccionar el diseño y proyecto de urbanización del entorno del río Tajo en toda la cuenca comprendida dentro del término municipal de Toledo.

El objetivo del concurso era definir las acciones necesarias para lograr una relación armónica entre el río Tajo y el entorno urbano de la ciudad de Toledo, tanto en su situación actual como en su desarrollo futuro, recuperando las márgenes del río y sus espacios adyacentes, así como mejorando las conexiones peatonales entre la ciudad y el río.

Al concurso se presentaron 40 ideas, de las que tras la primera selección pasaron a la segunda fase seis de ellas. Finalmente en noviembre de 2009, el jurado proponía como ganador al equipo Burgos&Garrido Arquitectos, con su idea ‘Take me to the river’, al que se encargó la redacción del proyecto.