Contratos de aprendizaje, útiles para recuperar oficios tradicionales

J.A.J.
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La titular de Empleo destaca la modernización e internacionalización desarrollada por la compañía oliera Anframa en la producción de una artesanía de calidad como el damasquinado

La consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, ha destacado la utilidad de los contratos de aprendizaje para la conservación de oficios tradicionales. El lugar donde expresaba esta apuesta era adecuado ello. Se trataba de Anframa, una de las principales compañías dedicadas a la fabricación de damasquinado, con sede en Olías del Rey.

Durante su visita a la factoría, la consejera pudo ver el completo proceso de fabricación de la típica orfebrería toledana para convertirse en pendientes, brazaletes o colgantes con sus peculiares dibujos en oro o plata. Allí destacaba que  «el contrato de Formación y Aprendizaje es una gran oportunidad para nuestros oficios tradicionales, además de garantizar el relevo generacional» en un sector donde aún prima el trabajo manual. Aún así Casero también destacaba el esfuerzo de Amframa por  modernizar sus procesos productivos e internacionalizar sus ventas.

En el transcurso de su visita a la empresa de elaboración de damasquino, Casero ha manifestado que «medidas como el programa Empresa-Empleo, que ha generado más de 12.000 contratos de trabajo hasta el momento, de los que un 40 por ciento se han mantenido tras los cuatro meses a los que obliga la norma, es otra herramienta a disposición de nuestros empresarios para seguir generando riqueza y empleo en Castilla-La Mancha».

La titular de Empleo y Economía también se ha referido a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, que reflejan un incremento de la confianza empresarial en nuestra región en cuatro puntos con respecto al último trimestre de 2014, 13,5 en términos interanuales y un 25 respecto a 2013.

embajadores del turismo. Volviendo a Anframa, un aspecto que la consejera destacaba de la empresa oliera era su especialización en un arte como el damasquinado, ya asociado como uno de los emblemas de Toledo.  «El damasquinado es uno de los mejores embajadores del turismo en Castilla-La Mancha», destacaba la titular de empleo.

Por ello, la consejera de Empleo y Economía recordaba la importancia del turismo en Castilla-La Mancha, un sector que supone el 12 por ciento de nuestro Producto Interior Bruto y que genera más de 42.000 empleos directos en nuestra región.

Por último, Carmen Casero ha incidido en la necesidad de seguir promocionando el turismo de Castilla-La Mancha, para seguir así en la línea de los resultados obtenidos en 2014, donde la región experimentó el mayor incremento de visitantes y ocupó el tercer lugar nacional en aumento de pernoctaciones.