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La falta de conservación del complejo industrial Margarita provocó varios incidentes durante la tarde del sábado, y estuvo a punto de arruinar la gran fiesta final de la Domus Week. Salvo las luces puestas por la factoría cervecera toledana, la zona industrial estaba totalmente a oscuras. Y lo peor es que las tapas de las alcantarillas y todo tipo de registro habían desaparecido.
De forma que personas como Óscar García pueden decir que tuvieron suerte cuando salieron únicamente magullados del lugar. Era poco antes de las nueve de la noche. Los amigos habían comprado una serie de cervezas canadienses y se dirigían al coche para dejarlas. Iban hablando cuando, de pronto, Óscar, que era el único que iba por la acera, se estampó de cara contra el suelo. No tenían muy claro lo que había pasado, pero les pareció que se había hecho mucho daño. Cuando fueron a recogerlo, vieron que tenían los pies dentro de una arqueta abierta. Él les pidió que no le tocaran durante unos segundos. Poco a poco se fue calmando. Visto que la cara no le sangraba, los amigos temían sobre todo que se hubiera roto una pierna con el borde del agujero. Pudieron levantarlo y comprobaron que no era así. Magullado y dolorido, podía mantenerse en pie.
Se alegraron sobre todo de ello cuando vieron que la arqueta tenía una caída superior a los dos metros. De no haber ido rápido, Óscar podría haber caído en su interior. Al lado, otro registro más abierto, y en la acera de enfrente, otro más. Avisaron a una pareja que venía por la acera y se fueron a llamar a protección civil para que señalizaran aquello. Sobre todo tenían miedo de que alguno de los niños que por allí había jugando se pudiera caer en el interior de uno de los agujeros. Cuando se fue enfriando, el herido comenzó a sentir dolor, y acudió a la ambulancia a una cura. Mientras tanto, los amigos se encontraron con la Policía Local, que les aseguró que la suya no había sido la primera caída, al menos una mujer más también había sufrido otro accidente.
Denuncia a la Policía. Cuando Óscar volvió al lugar al día siguiente, descubrió que el lugar no sólo continuaba sin luces y sin tapas de registros, sino también sin señalizar. Fue entonces cuando decidió acudir a la Policía con el parte de urgencias, para denunciar lo ocurrido y que, al menos, no volviera a caerse nadie. Allí le informaron de que la suya era la segunda denuncia, pero que había habido varios accidentes más aquella noche.
Los agentes tomaron nota de lo ocurrido y se descargaron las fotos de su cámara. Pero recomendaron a Óscar que quizás sería mejor que acudiera a Patrimonio del Ayuntamiento para pedir responsabilidades y solucionar el problemas. Allí le podrían aclarar sobre todo si el terreno tenía carácter municipal o privado. Además, allí podría pedir responsabilidades.
Sin embargo, Óscar salió bastante decepcionado de su paso por las dependencias municipales. En Patrimonio le exigieron el nombre de la calle, algo difícil de conseguir, dado que no estaba señalizada, y que aportara las fotografías en papel. No supieron decirle a quién pertenecía el complejo Margarita, ni si el Ayuntamiento podrá hacer algo. Le derivaron al Registro. Según le explicaron, el Consistorio tiene un año para contestar a su queja, un plazo excesivo, advirtió el accidentado, dado que sólo tiene seis meses para iniciar la vía judicial si no tiene respuesta antes. A su juicio, la respuesta no es la adecuada, dado que en Patrimonio saben quién paga el IBI de la zona, y su único interés es evitar nuevos accidentes, no recibir compensación alguna.
Más accidentes. Sólo diez minutos antes del accidente de Óscar, la Policía Local recibió otro requerimiento, tras la caída de una mujer en un pocillo. Allí se le atendió y le tomaron datos. Los agentes constataron que la zona está sin alumbrado público. Contabilizaron que faltan catorce tapas de cincuenta por cincuenta de los registros de luz de las aceras. Fuentes municipales apuntan que la ausencia de alumbrado puede deberse a la falta de robo.
En aquel momento, la Policía instaló de urgencia algunas vallas municipales y algunas cintas para evitar caídas. También se puso en contacto con Domus para evitar más problemas durante la fiesta, y los responsables de la fiesta instalaron algunos palés de madera para tapar más agujeros. Al día siguiente, los agentes volvieron a reordenar la zona y retirar las vallas.
La Policía ha constatado que el complejo Margarita es un polígono industrial de carácter privado, y será a sus propietarios a quieren les corresponderá dar respuesta a las deficiencias detectadas.