Podemos sale del 'gallinero'

BENJAMÍN LÓPEZ (SPC)
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La Mesa del Congreso atiende las quejas de la formación de extrema izquierda y permite a su 'número uno', Pablo Iglesias, situarse a la misma altura que Pedro Sánchez y Albert Rivera

Pablo Iglesias se sentará en la primera fila del Congreso de los Diputados, tal y como había solicitado Podemos a la Mesa que ayer, por unanimidad, decidió aceptar la propuesta de la formación morada y reubicar sus asientos en el Hemiciclo. De esta manera, el madrileño gozará de una posición similar a la de Pedro Sánchez y Albert Rivera, es decir, justo detrás de la bancada azul del Gobierno.

Se aceptan así las quejas de la formación de extrema izquierda, que calificó de «cacicada» el reparto efectuado hace tres semanas según el cual sus diputados se iban a sentar «en el gallinero» -o Valle de los caídos-, de la quinta fila hacia atrás.

Según el nuevo reparto, el PSOE cede tres asientos en primera fila a Podemos en la parte izquierda del Congreso. También tendrán asientos en primera fila dos diputados del PNV y cinco de Ciudadanos. El resto de puestos detrás del Ejecutivo central los ocuparán el PSOE y el PP.

El presidente del Congreso, Patxi López, se mostró satisfecho por el acuerdo alcanzado ya que se demuestra, dijo, lo que él había defendido, que con «un poco de tiempo era posible arreglar este asunto de una forma razonable», ya que si bien «nadie estará a gusto al cien por cien, tampoco nadie estará incómodo al cien por cien».

Por su parte, la vicepresidenta tercera de la Mesa, la diputada de Podemos Gloria Elizo, agradeció al resto de los grupos el nuevo reparto que, a su juicio, traduce «mejor» la representatividad de cada grupo parlamentario. Además, a su juicio, esta decisión «allana el camino» a un posible pacto de su formación con el PSOE que, añadió, ha adoptado esta decisión «razonable» en lugar de anclarse en una «posición partidista».

Mientras, el PSOE restó importancia a la decisión de la Mesa y, según sostuvo la portavoz adjunta, Isabel Rodríguez, se trata de una cuestión «anecdótica y poco relevante» que para los socialistas «no tenía la importancia y magnitud que se le ha dado». Por eso, instó a Podemos a pasar página y «comenzar a hablar de los problemas de la ciudadanía» para formar un Gobierno reformista ey de cambio en el espacio de tiempo más breve posible, en lugar de pelearse por «cuestiones internas y sillones».

árbitro. Ciudadanos, que también aceptó el cambio de ubicación, se arrogó el papel de árbitro en este asunto. Así, el secretario segundo de la Mesa, Ignacio Prendes, aseguró que su partido ha hablado con todos y ha desempeñado «un papel activo» para salvar la posición del PSOE que, dijo, era el único obstáculo.

Horas después, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró que es «muy optimista» y está convencido de que el PSOE, «más temprano que tarde», entenderá que «no tiene sentido» pactar con Ciudadanos o el PP, y estará dispuesto a negociar con su grupo un Gobierno de coalición.

En rueda de prensa tras reunirse con los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, el líder morado aseguró que, en cuanto Ferraz esté dispuesto a negociar, la formación de extrema izquierda estará preparada para hablar del nuevo Ejecutivo, que «es lo que toca».

Mientras, el Partido Socialista siguió con su estrategia de aproximación a posibles aliados y decidió ceder cuatro puestos en las Mesas de otras tantas Comisiones del Senado a Podemos y una más al PNV, para lograr una representación «más plural» de los grupos en estos órganos, según explicó su portavoz, Óscar López.

Por otra parte, el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero defendió en una entrevista publicada ayer por un diario brasileño el fin del bipartidismo en España -«por la corrupción en el PP y la falta de rumbo en el PSOE»-, si bien advirtió de que su resurgimiento depende de los errores que pueda cometer su grupo.