Imagen restaurada y devoción centenaria

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Aupada a hombros de sus cofrades y arropada por cientos de integrantes de otras agrupaciones de toda España la Virgen de la Estrella recorrió ayer las calles del Casco Histórico

Los redobles de la Agrupación Musical ‘Nuestro Padre Jesús Nazareno’ de Talavera de la Reina abrían ayer por la tarde la Procesión de la Sagrada imagen de Nuestra Señora de la Estrella para recorrer el camino que la separa desde la Catedral Primada, donde fue coronada por la mañana, hasta su Ermita en el Arrabal.  A las cinco en punto, a hombros de los cofrades, se iniciaba el camino en el que estuvo acompañada por cientos de integrantes de más de 50 hermandades y cofradías de toda España, junto a sus estandartes distintivos. Detrás de la imagen las autoridades civiles y militares y la banda Sinfónica Municipal de Quintanar de la Orden que cerraba el desfile que fue seguido en la calle por miles de devotos, curiosos y turistas.

A esta numerosa presencia ayudaba el itinerario escogido que partiendo de las naves catedralicias, (donde en la Capilla de la Virgen del Sagrario, Patrona de la Ciudad, se cantó la Salve) continúo por la Puerta Llana, Cardenal Cisneros, Plaza del Ayuntamiento, Arco de Palacio, Hombre de Palo, Plaza de las Cuatro Calles, Calle Comercio, Plaza de Zocodover, Venancio González, Real del Arrabal, Puerta de Bisagra, Plaza Santiago, Plaza de la Estrella y Ermita de la Estrella.

Manto y corona. Para esta ocasión la Virgen de la Estrella lucía en todo su esplendor cubierta por el manto bordado del siglo XIX, restaurado y enriquecido por el bordador malagueño Sebastián Marchante, y la corona impuesta por el arzobispo que es obra del orfebre sevillano Fernando Marmolejo, al igual que la presea del Niño Jesús que porta en sus manos.

En silencio y recogimiento, las mujeres de luto y con mantilla y los hombres de traje, oscuro preferentemente, hicieron el itinerario bajo las nubes que sin embargo no ensombrecieron la celebración. Al final de la jornada la imagen volvía a su sede donde es venerada y cada año protagoniza la popular procesión por los barrios del Arrabal, Antequeruela y Covachuelas.