No habrá reválida en sexto de Primaria

Soraya Lucas / Toledo
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El Gobierno regional va a presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que regula las pruebas finales en Primaria.

  • Uno de los aspectos más llamativos de la última reforma educativa es la introducción de pruebas finales en Primaria, ESO y Bachillerato, más conocidas como reválidas. Unos exámenes que, comunes en todo el país, serán necesarios para obtener el título de cada nivel. Estas pruebas se estrenarán en 2016 (para Primaria) y 2017 (en el caso de ESO y Bachillerato). O quizás no, porque Castilla-La Mancha, al igual que otras once comunidades autónomas, no realizarán la prueba de evaluación final de sexto de Primaria y va a presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Supremo contra el Real Decreto que la regula.

    La consejera de Educación de la Junta de Comunidades, Reyes Estévez, explicó que la reválida no se llevará a cabo en sexto de Primaria a menos que el Ministerio que dirige Ínigo Méndez de Vigo convoque la Conferencia Sectorial de Educación para «subsanar las deficiencias» detectadas en la regulación de la citada prueba.

    Estévez, que compareció en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Gobierno, recordó que el Gobierno de Emiliano García-Page ha tratado de agotar todas las vías de diálogo y negociación con el Ejecutivo central antes de autorizar el recurso. Previamente a esta decisión, añadió la consejera, se presentó un requerimiento previo a la vía judicial el pasado mes de enero pero fue rechazado por el Ministerio.

    Una ansiedad innecesaria para los alumnos. Para la titular de Educación la reválida «carece del carácter continuo, global, formativo y orientador propio de cualquier evaluación educativa», así como del «mínimo consenso necesario para su aplicación». Además, denunció, «genera una ansiedad innecesaria en el alumnado y sus familias».

    En lo que concierne al profesorado, la reválida cuestiona «implícitamente» su profesionalidad, «con la paradoja de que es precisamente este profesorado el que conoce el nivel de aprendizaje de los alumnos».

    Pero los contras no acaban aquí. Estévez destacó que, por su carácter externo, genera «importantes dificultades organizativas y funcionales» y «solo dan pie a la elaboración de un ránking de centros educativos que, en sí, no aportan beneficio alguno al alumnado».

    Carece de financiación. Para más inri, carece de financiación para su adecuada realización, alertó la consejera, que criticó duramente «la indefinición y el desamparo en los que nos tiene sumidos el Ministerio de Educación», que «nos impide planificar esta prueba en las mejores condiciones para el alumnado».

    Estévez explicó, además, que ayer mismo se remitió al presidente del Senado una solicitud de convocatoria urgente de la Comisión General de Comunidades Autónomas, con el fin de que valore la situación actual de implantación de la Lomce.

    Por último, insistió en que la reválida no se realizará en Castilla-La Mancha «a menos que el Ministerio subsane las deficiencias que impiden que la podamos convocar», pues «aunque como gobierno acatamos el cumplimiento de la Lomce, no podemos llevar a los alumnos de sexto ni a los profesores a una prueba sin más explicaciones que las que hemos recibido del Ministerio».