El PP municipal denunció ayer, con pruebas fotográficas, que el Paseo de Recaredo, camino de entrada a la ciudad monumental por la Puerta del Cambrón, ofrecía el miércoles una imagen de basurero al pie de la muralla con abundantes restos de algún botellón esparcidos con generosidad a plena luz del día (siete de la tarde). Aparte de exigir a la alcaldesa «que tome cartas en el asunto» de la limpieza, Sonsoles Garrido insta a que se convoque la comisión antibotellón para «estudiar» si sería conveniente prohibir las concentraciones juveniles en este punto de la ciudad y en otros (no especifica cuáles) donde, por lo visto, hay quejas de los vecinos por molestias.

Garrido considera que la acumulación de basura acompañada de mobiliario urbano roto y árboles y plantas descuidadas que componen el paisaje del Paseo de Recaredo son «una vergüenza» para un Ciudad Patrimonio de la Humanidad que presume de recibir millones de visitantes cada año, y muchos de ellos pasan por aquí.

Añade que si a la alcaldesa no le importa que se vea la ciudad sucia al PP sí le preocupa y por eso reclaman que se convoque la comisión antibotellón que «lleva desde mayo de 2008 sin reunirse» a pesar de que tiene reglamentada una periodicidad semestral. «Page no quiso poner solución y Tolón tampoco».

Garrido recuerda que la ordenanza establece una serie de lugares donde está prohibido el botellón y quiere que la comisión analice si al pie de la muralla está permitido y, en tal caso, si conviene ampliar el mapa de las prohibiciones. La norma, señala, también incluye los pasos que hay que dar para modificar las zonas de protección.

El PP no tiene un criterio cerrado porque se le pregunta si van a proponer la prohibición y la concejal repite insistentemente que ellos sólo quiere que sea la comisión quien «estudie» cada caso concreto y la que proponga medidas y tome decisiones.