El Manzanares acabó la temporada con una contundente goleada ante el Torrijos en un partido que no tuvo historia, pero que permitió al cuadro ciudadrealeño escapar de los puestos peligrosos. Los locales se mostraron muy superiores durante los noventa minutos de partido ante un Torrijos que nunca supo cómo parar las embestidas ofensivas de su rival. Destacar los tres goles de Sergio Esteban, que le convierten en el máximo realizador de la categoría.

Desde el principio, el Manzanares se hizo dueño del balón y no paró de presionar la línea defensiva del cuadro visitante. Antes de llegar al cuarto de hora, un contraataque colectivo muy bien llevado por los locales, tras un robo en el medio campo, permitió a Sergio Esteban inaugurar el marcador.

Con este tanto, el Torrijos salió más tocado y el Manzanares siguió dominando a placer. El cuadro local levantó el pie del acelerador, pero ni así el Torrijos se acercó al área defendida por Torrente.

Pasada la media hora, otro contraataque local pilló a la defensa del Torrijos descolocada y permitió a Sergio Esteban marcar el segundo de su cuenta personal y de su equipo. El partido siguió con el monólogo de juego de un Manzanares muy superior. El 3-0 fue un golazo de Néstor que, tras una gran acción individual, se sacó un zapatazo que entró por toda la escuadra de la porteria defendida por Kike.

La segunda parte fue más de lo mismo. Dominio claro y total de un Manzanares ante un Torrijos que opuso voluntad, ganas, pero poca eficacia a la hora de defender y atacar. José Carlos marcó el cuarto tras una gran jugada por la banda izquierda. Acto seguido, el 5-0 fue otra vez obra de Sergio Esteban que le ganó la espalada a la defensa visitante y batió a un impotente Kike.

A partir de ahí, el Manzanares se tomó un respiro. Esto permitió al Torrijos vivir unos minutos de tranquilidad que lo aprovechó para buscar un poco más la meta rival y así el gol del honor. Y lo consiguió con un acertado remate de Pedro Velasco en una de las pocas llegadas con peligro del cuadro visitante.

En los últimos minutos, el partido perdió intensidad y brillo. El Manzanares había realizado un gran esfuerzo y empezaba a acusar el cansancio. Lo mismo que un Torrijos que, a pesar de los goles recibidos, nunca perdió las ganas de intentarlo y tuvo una gran actitud, pero con poco acierto.

En el último suspiro Martín marcó el sexto para redondear una gran tarde de los de casa que acabaron la temporada haciendo disfrutar a sus aficionados.