La ruta escultórica de Iglesias incorpora Toledo al panorama creativo internacional

C.M.
-

García-Page consideró que con esta obra de «prestigio internacional quien sale ganado es Toledo», porque el éxito de la ciudad se debe «a que ha contado con la participación de nombres de primer nivel»

Fuente situada en la Torre del Agua del campus universitario de la Fábrica de Armas. - Foto: David Pérez

En 2007 comenzó un «camino que ha sido tan empinado como las cuestas de esta ciudad». Gregorio Marañón recorrió la historia de un proyecto -Tres Aguas- llamado a ser ejemplo contemporáneo en la ruta escultórica gestada por Cristina Iglesias. La lluvia bautizó la triple inauguración y reunió, en torno a las intervenciones de la autora, a representantes de las instituciones y entidades implicadas, a excepción del Ejecutivo regional que, todo hay que decirlo, tuvo a bien disculparse en la voz del rector de la Universidad.

Como presidente de la Fundación El Greco 2014, organismo aglutinador de todas las sensibilidades necesarias para llevar a cabo esta actuación, y seguro de que  la obra de Iglesias «constituye el mejor símbolo» de trascendencia tras el Año Greco, quiso Marañón agradecer a la escultora el haberse decantado por Toledo para realizar «este apasionante viaje creativo».

Una suerte de trayecto circular e itinerante que posee paradas en la Torre del Agua de la Fábrica de Armas, en el convento de Santa Clara, y en la Plaza del Ayuntamiento. Espacios, los tres, que puede visitarse -de martes a viernes de 17,00 a 20,00 horas; sábados y domingos de 11,00 a 14,00 horas y de 17,00 a 20,00 horas- en pro de un despertar de «las percepciones adormecidas». Porque la autora, feliz por haber logrado «hacer posible este sueño», ha tornado protagonista al río -elemento que da forma y carácter a la ciudad- para conformar un «fluir relacionado con el paseo y con el caminar» implícito, apreció, a una ciudad dotada de los posos de historia que han dejado los que por aquí han pasado.

De ahí que James Lingwood, en nombre de la Fundación Art Angel, definiera la esencia de una intervención «excepcional y perdurable» que es la síntesis «del escenario natural, la historia cultural y de un lenguaje escultórico singular». En este sentido, hay que recordar que fue esta entidad la hacedora de este proyecto, ya que fue esta Fundación británica la que encargó a Cristina Iglesias la realización de una obra «que ella quisiera realizar en el lugar que escogía». Y el lugar en el que fijó su mirada la creadora fue Toledo; ciudad, apunta Iglesias, colmada de «estratos de cultura» y, ahora, contenedora de una nueva experiencia que insta «a mirar para ver» proponiendo, por ello, otras maneras de responder.

Conocedor Emiliano García-Page, de las formas de proceder de unos ciudadanos pocos dados a las innovaciones contemporáneas, y puesto que la escultora ya ha escuchado algunos comentarios no del todo halagüeños, el alcalde defendió a los toledanos asegurando que «Toledo adopta y acepta muy bien las iniciativas aunque no las tenga». Y como nada mejor que un botón de muestra, recurrió a las virtudes de «la buena política» que propició la conmemoración del IV centenario de la muerte del Greco. Una iniciativa que hubiera pasado desapercibida de no haberse celebrado y con la que, sin embargo, «la gente está feliz».

Por ello, y de la misma forma que otros creadores han tenido que sortear la polémica -como así sucedió al Greco- Page fue explícito al apreciar que con las intervenciones de Cristina Iglesias «quien sale ganado es Toledo», porque esta ruta es «una huella permanente con enorme carga de futuro» que «va a encajar muy bien».

Y lo hace «en plena crisis» y gracias a un  conjunto de patrocinadores que «con su aportación privada van a generar patrimonio a la ciudad». En este punto, el alcalde destacó que el proyecto escultórico ‘Tres Aguas’ «nos va a incorporar al panorama cultural y artístico internacional». Razón por la que agradeció a Cristina Iglesias «este regalo».

Un presente que propone «una experiencia que pueda llegar a conmover». Cristina Iglesias, que aseguró ‘comerse el coco’ para lograr que «la obra enganche», dio un paso más al frente para afirmar que lo que más la interesa es la reacción de «las personas que no están tan preparadas» porque son ellas las destinadas a «apreciar algo que no conocían».