Resignados con su parque

Raquel Jiménez
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Los jóvenes de Talabarz realizan sus entrenamientos de calistenia en una instalación con desperfectos

Los jóvenes integrantes del club Talabarz, de entre 14 y 28 años, tienen muy complicado practicar su disciplina favorita, como la calistenia y el ‘street workout’. Y es que el parque frente a la Plaza de Toros cuenta con un mobiliario con numerosos desperfectos: barras metálicas de mala calidad ya combadas, suelo que es ya puro cemento y con baldosas levantadas.

«Casi todos hemos tenido lesiones, gente que se ha caído porque se han roto las barras; luego el suelo mismo no facilita las acciones porque al caer con los tobillos doblados, pues te haces daño», cuenta Enrique Álvarez, más conocido en este ambiente deportivo como Quique.

Empezaron sus entrenamientos en Los Pinos porque «unos chicos montaron allí un parque;luego cuatro chavales y yo estuvimos recogiendo firmas desde la Escuela de Arte para que nos pusieran el parque y lo conseguimos».

Pero el deterioro del equipamiento ha sido muy rápido y ya al anterior responsable municipal de Deportes, Antonio Álvarez, como a la actual, Montaña Palacios, les han solicitado un nuevo parque o la mejora y ampliación del actual.

«Esto viene desde hace tiempo, con lo que no es que nos estemos quejando ahora. Hemos hecho varias visitas al Ayuntamiento en los últimos dos años porque esto empezó a tener fallos nada más montarse, con lo que tuvieron que venir a soldarlo y volvieron a hacerlo a los seis meses».

Quique explica la peligrosidad que entraña entrenar con un mobiliario defectuoso: «Este deporte es con tu propio peso más tu inercia y cuando caemos, lo hacemos a plomo que son las peores lesiones porque provocan fracturas abiertas y luxaciones de codo».

Dado que caen en superficie muy dura, han pedido al Consistorio que cubran el suelo con arena: «Un camión vale 50 euros, que lo he preguntado, pero tampoco; se ve que es muy caro».

También han presentado un proyecto de parque con un presupuesto de unos 10.000 euros y desde las instancias municipales «nos dijeron que lo podían sacar un poco más barato». Aunque no se fían, dado que «ya hicieron esta ‘maravilla’ -señalando a las barras metálicas- y por eso nos estamos quejando». Es más, otra opción que Talabarz puso sobre la mesa fue la consulta a «una página oficial de una marca especializada que se dedica a esto, pero tampoco les interesó».

Eso sí, un aspecto positivo es que «nos han dicho que por sitio no hay problema». Aunque Quique critica que «no nos hacen caso y así llevamos dos años». Es más, después de tanta espera infructuosa, «no tenemos fe en que nos pongan uno nuevo». Ahora bien, avisa que «eso sí, cuando alguno de nosotros se haga daño de verdad, denunciaremos al Ayuntamiento»