España se divierte

AGENCIAS
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El bloque patrio arrasa a Egipto (91-54) con un partido muy serio tanto en ataque como en defensa

ESPAÑA - EGIPTO - Foto: Miguel Ángel Molina

España sumó ayer su segundo triunfo en el Mundial de baloncesto con una victoria 91-54 ante Egipto, que sufrió el aluvión esperado. El encuentro, que cerró la jornada en el Grupo A, fue tan sencillo como se presumía para la anfitriona, que, además, se esforzó en defender y en agradar a su hinchada. Su único motivo de preocupación sigue siendo su lanzamiento exterior: se quedó en siete triples en 25 intentos.

Superados unos problemas físicos, Serge Ibaka hizo su debut en el campeonato para liderar las estadísticas patrias con 18 puntos y ocho rebotes. Lo acompañaron Rudy Fernández (14 tantos) y Pau Gasol (12 tantos).

La selección nacional se tomó el partido muy en serio desde el inicio, a pesar de la poca entidad del rival. La diferencia del primer cuarto la marcó su defensa, que fue extraordinaria durante muchos minutos, y que asfixió a Egipto. España encontró muchas variantes en ataque y en defensa, aunque a ello contribuyó, en buena medida, el poco peso de su rival. Al bloque africano solo le quedó hacer faltas y, en cuatro minutos, ya entró en bonus. Una gran concesión para una selección con tanto talento como la anfitriona.

Por si el conjunto de Orenga no tuviera suficientes energías con lo que tenía bajo los aros, entró Ibaka para añadir gasolina al fuego. Un espectacular mate del pívot de los Oklahoma City Thunder marcó la primera gran diferencia para España (26-6), aunque Egipto la rebajó levemente para llegar al final del primer cuarto con 26-10.

El segundo tramo tuvo un ritmo más mortecino, especialmente porque la anfitriona mostró al mundo cuál es actualmente su mayor signo de preocupación: su tiro lejano. Al menos, siguió encontrando soluciones desde el interior, ya fuera con Pau Gasol, su hermano Marc o Ibaka. Entre los tres anotaron 22 puntos en la primera parte y permitieron que la escuadra patria  descansara con clara ventaja 42-24. Egipto alivió su dolor con un espectacular triple final de Ibrahim Elgammal (16 puntos al final del partido) pasada la media cancha.

El conjunto local fue un ciclón en el arranque de la segunda parte, que dio comienzo con un parcial 11-0 en dos minutos y medio con cuatro puntos de Ibaka, cinco de Rudy Fernández y dos de Juan Carlos Navarro. La diferencia se fue a 53-24 en un suspiro.

El combinado africano presentó la misma imagen de un viejo arbusto atropellado por un tren de mercancías. Porque España no se paró ahí. Un extramotivado Ibaka continuó divirtiendo a su hinchada con sus vuelos, Rudy Fernández mantuvo su voracidad defensiva, Pau Gasol sostuvo su clase... Todo funcionó en el cuadro nacional menos el lanzamiento exterior. El marcador en el tercer período fue 64-37, pero pudo ser mayor.

El último cuarto no importó, pues todo estaba visto. España vivió una nueva jornada tranquila a la espera de duelos más exigentes. Por ejemplo, el de hoy ante Brasil, el otro líder del Grupo A.