Son cuatro los apartados en torno a los que se organiza la exposición El Greco: Arte y Oficio. Cuatro ejes que se corresponden con los brazos del crucero inferior del Museo de Santa Cruz (‘De la mano del Greco’, ‘Invención e interpretación’, ‘Apóstoles y apostolados’ y ‘El Greco después del Greco’), una instalación audiovisual a cargo de Magoga Piñas y la instalación fotográfica Retablo de retablos, obra del catedrático y fotógrafo de arquitecturas Joaquín Bérchez.

‘De la mano del Greco’ repasa la evolución del arte y la técnica del artista, con las cuales se cotejará, más adelante, la producción de los discípulos y del taller. Esta primera parte de la exposición incluye obras como el San Francisco con el hermano León de Cádiz o la Inmaculada Oballe, sobreelevada y destacada notablemente. ‘Innovación e interpretación’ profundiza en las dinámicas del taller que daban origen a réplicas y variantes, proponiendo al público cotejar distintas versiones de San Francisco, la Magdalena o la Despedida de Cristo a María, entre otros temas. Este bloque incluye los cuatro únicos dibujos unánimemente considerados por los especialistas como obra del Greco. ‘Apóstoles y apostolados’ reúne por primera vez las series de Almadrones (Guadalajara), repartida entre el Museo del Prado y varias colecciones extranjeras, y el Marqués de San Feliz, propiedad del Museo Nacional de Escultura de Valladolid y expuesta en el Museo de Bellas Artes de Oviedo. ‘El Greco después del Greco’, para finalizar, repasa la pervivencia del artista en la pintura de Jorge Manuel Theotocópuli y otros autores del siglo XVII. A continuación veremos algunas de las obras que forman esta exposición, la cual cerrará sus puertas el 9 de diciembre.