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En el asunto del remonte y del Palacio de Congresos parece que las dos administraciones implicadas utilizan esta infraestructura como arma arrojadiza que, al final y como lleva semanas denunciando Izquierda Unida, «repercute directamente sobre el ciudadano».

En esta ocasión, y tras las dificultades con las que se encuentran las personas con movilidad reducida para acceder a los elevadores del aparcamiento del Palacio de Congresos para llegar a la calle, la edil responsable del área de Accesibilidad apuntó que estos problemas «no pueden subsanados por los técnicos municipales porque el Ayuntamiento todavía no ha recepcionado esta obra».

Es decir, Puig alude a «las prisas de la Junta por inaugurar esta obra» cuando «ni siquiera se garantiza la seguridad en el parking», lo que genera «estas complicaciones» debido a que la empresa concesionaria del mismo ha instalado una valla que obstaculiza la puerta de acceso al aparcamiento y, por tanto, al ascensor.  

En este punto, se hace indispensable recordar que este problema se localiza en el Palacio de Congresos, edificio que sí es municipal, razón por la que los ciudadanos no entienden que unos y otros prefieran el debate a la resolución de estas deficiencias que, al final, repercuten negativamente sobre la imagen de la ciudad.

Por su parte, Puig volvió a recordar que «todavía no se ha convocado la comisión de seguimiento necesaria para que los técnico municipales evalúen la obra y planteen soluciones».

La concejal, que denunció «la falta de comunicación entre la concesionaria del parking y la Junta», afirmó que «una vez el Ayuntamiento recepcione esta obra se mejorarán las muchas carencias y se mantendrá como es debido». Hasta ese momento, serán los usuarios con problemas de movilidad los que deban de superar los muchos obstáculos para conseguir pisar la calle con la mayor de las garantías.