Como viene siendo habitual en los últimos años, la deuda se lleva una parte muy importante de los Presupuestos de Castilla-La Mancha. Para este 2016, Juan Alfonso Ruiz Molina ha tenido que reservar 1.524 millones de euros, que suponen casi un 20% del total. Es decir, que cerca de dos de cada diez euros que salen de la Junta van a amortizar deuda o a pagar intereses. En términos absolutos la deuda se come tantos recursos como la Consejería de Educación, por ejemplo.

Aun así, no todo son malas noticias. El coste de los intereses se ha reducido notablemente este año. Para 2016 Castilla-La Mancha tendrá que abonar 221,8 millones de euros en intereses, que supone un 48,3% menos que en 2015 (el año pasado se presupuestaron 429 millones para intereses). Yesta cifra podría bajar más. «Estamos renegociando a la baja los intereses de las operaciones a más largo plazo», confirmó ayer el consejero de Hacienda. Para amortizar deuda contraída anteriormente el Gobierno regional destinará 1.305 millones de euros. En este caso esta partida sube en comparación con el año pasado. Son 44,3 millones más (un 3,5% de incremento).

La economía crecerá un 2,9%. Una de las previsiones que se toman en cuenta para hacer los presupuestos es la de crecimiento económico. La Junta cree que el Producto Interior Bruto de Castilla-La Mancha crecerá un 2,9% en 2016, es decir lo mismo que este año. Se trata de una décima menos que la media nacional. «Los analistas financieros nos están advirtiendo de la desaceleración de tasas de crecimiento de este ejercicio y el que viene», expuso Ruiz Molina, «pero soy de la opinión de que la economía regional va a crecer». La bajada del precio del petróleo, las políticas del Banco Central Europeo y la paridad euro/dólar le hace pronosticar ese incremento del 2,9% (y prevé que siga más o menos así en 2017 y 2018).

Ruiz Molina aclaró que los presupuestos se han elaborado para cumplir los objetivos de déficit (0,3%) y endeudamiento (33%), aunque aclaró que no está de acuerdo con ellos.