El Ayuntamiento de Toledo y la Consejería de Fomento han firmado un acuerdo para incluir el terreno del PP-11 en el mapa industrial de la región.

No veo descabellado que una ciudad como Toledo, capital regional, tenga una dotación suficiente de suelo industrial, aunque sobre, porque en caso contrario las empresas van a pasar de largo y se irán a otro sitio. Tener oferta de suelo calificado no cuesta nada y Toledo está en un lugar geográfico estratégico.

¿Pero qué seguridad jurídica ofrece a un empresario cuando están anulados el PAU concreto y el Plan de Ordenación Municipal general?

Lo de Toledo y sus planes generales es digno de un estudio. El último es de 1986, desde entonces hasta 2014 no ha habido uno nuevo...

El presunto de 2007.

Pero a día de hoy no lo hay, no podemos decir que haya un POM. ¿Quién es el responsable? Si una empresa quiere venir no tienes donde ubicarla y se va a ir porque no va a esperar a que le califiquen suelo. Así no se hacen las cosas. Tener oferta para que se instalen es muy necesario y no la tenemos.

¿Qué solución existe?

Si a nosotros nos encargan un POM en tres meses está aprobado y sin ningún problema jurídico, seguro. Pero... no es nuestra responsabilidad.

Para salir del paso lo antes y lo mejor posible, ¿es preferible cumplir las sentencias o elaborar uno nuevo?

A las alturas que estamos, con los años que han pasado, ya no sé que es más rápido o mejor. Si se hubiera cumplido la primera sentencia esto estaría resuelto hace años.

Las consecuencias económicas...

Primero, no hay un metro cuadrado para hacer una vivienda. Es verdad que tal como está la situación nadie lo echa de menos, pero nunca se sabe. Quienes están interesados en hacer cosas vendrán, porque Toledo es una ciudad muy interesante, y se irán a otro lado. No hay oferta para vivienda ni para negocios. ¿Cuántos años llevamos oyendo hablar de la Coca-Cola, del Corte Inglés? ¿Van a venir? Tiene toda la pinta que no.

Es pesimista.

A un empresario de esa potencia no le puedes estar tomando el pelo. Suena crudo, pero lo que se oía en los despachos de El Corte Inglés -ya no porque nos han tachado- es que esto es una tomadura de pelo; se ha verbalizado. Y no lo sé, pero seguro que en Coca-Cola lo mismo.

Aderezado con la pelea política.

Cuando no hay consenso en lo básico el dinero es muy miedoso y los empresarios no estamos para andar en medio de peleas entre partidos. Qué necesidad tiene de estar expuesto a los golpes de uno y otro, ninguna. Se van a otro sitio.