«La carga fiscal estatal, local y autonómica deja a las empresas sin un euro para invertir»

f. frutos | TOLEDO
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Entrevista a Ángel Nicolás, presidente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto)

«La carga fiscal estatal, local y autonómica deja a las empresas sin un euro para invertir» - Foto: David Pérez

Usted dice que la crisis ha tocado suelo. ¿Subir salarios podría ayudar a crear empleo?

Es verdad que falta consumo interno porque hay mucha gente en paro -aunque no tanta como se dice-, gente con pocos recursos, los salarios no son altos, con lo cual no hay capacidad de gasto, se vende menos y se crea menos empleo. Subir salarios sería ideal, pero ¿hasta cuánto se puede pagar? En España no se puede pagar más porque fallan las estructuras básicas.

¿Dónde?

Por un salario de mil euros la empresa tiene que cotizar otros ochocientos o mil, según el caso. Yo prefiero que en lugar de que ese dinero esté en la Tesorería de la Seguridad Social esté en el bolsillo de mi trabajador. Si la presión fiscal no se rebaja me parece que seguimos sosteniendo un Estado muy caro.

Pagar impuestos es necesario.

Sí, pero la gente no sabe que con cargo a los seguros sociales, a cuotas empresariales, se pagan, sin ninguna compensación del Ministerio, las bajas de los padres para cuidar, por ejemplo, un niño con cáncer. Las bajas por riesgo en el embarazo, que se están incrementando, corren a cuenta de la mutua hasta que la mujer se reincorpora al puesto de trabajo. Cuando el Estado retira de este fondo de reserva de cotizaciones cuatro mil millones para pagar pensiones podemos concluir que se hace con cargo a las empresas. Estamos al límite. La empresa es finitia, tiene una capacidad de gasto, y cuanto más se lleva el Estado menos les queda para cumplir su función. La carga fiscal -estatal, autonómica y local- les deja sin un euro para invertir.

¿Hay margen para que el Gobierno empiece a cumplir la promesa de bajar impuestos?

Para un gestor de fondos públicos nunca hay margen para bajar impuestos, nunca. Pero está demostrado que si se bajan puede haber un problema durante un año pero al segundo va a empezar a incrementar los ingresos porque se expande la economía. Eso lo tienen medido, seguro. El plan PIVE produjo un ingreso de dos euros para cada uno que se daba de subvención. Igual que los empresarios arriesgamos el Gobierno debería actuar con visión de medio plazo.

¿Cómo está la relación con los sindicatos?

Bastante tranquilas. Estamos negociando las mesas sectoriales y es que no hay mucho margen para la pelea.

Llegan las elecciones cargadas de promesas. ¿Qué esperan los empresarios?

Como ciudadanos tenemos la misma expectativa que cualquiera. Desde las organizaciones entendemos que en las campañas se hacen promesas para atraer el voto pero analizando los datos sabemos lo que se puede cumplir y lo que no. Pedro Sánchez habla mucho de las empresas, me parece bien, pero a lo mejor si llega a gobernar abre los cajones y ve que no hay de donde sacar. La buena voluntad se le presupone pero el día a día lo marca la contabilidad nacional, que es pública. En todo caso, nunca hemos querido influir en el voto ni lo vamos a hacer.

La desconfianza del ciudadano hacia los políticos parece que va a disgregar el voto y que las mayorías absolutas hay que olvidarlas. En Toledo tenemos un hospital que si gana el PP seguirá adelante pero si lo hace el PSOE, o IU es decisiva, se va a parar y vuelta atrás. ¿Les preocupan las consecuencias electorales?

Sí, pero no sólo con el hospital. Debemos garantizar que si un señor acude a una licitación pública y gana no va a venir otro gobierno a paralizarlo. Aquí estamos hartos de ver ejemplos de esos, se da muy a menudo. No sé si es que faltan buenos políticos o por la carga genética los españoles hacemos las cosas de esta manera.

¿Qué otras cosas piden a a los políticos?

Nos gustaría el acuerdo político en cuatro ejes fundamentales para evitar bandazos. Educación: nos preocupa porque es el futuro de la próxima generación de empresarios. Un chaval bien formado tiene más capacidad que otro sin ese bagaje. Alguien con 20 años ha pasado por cuatro planes educativos. ¿Es tan complicado llegar a un consenso nacional? Un cuadro fiscal: o las empresas tienen un buen asesor o están abocadas a grandes problemas porque el cambio es permanente. Sanidad: ¿no podemos hacer un pacto por la sanidad? Infraestructuras: ¡tampoco somos capaces de acordar por dónde debe ir una autovía! España no puede vivir en la inseguridad jurídica, para eso hay otros países más bananeros.   Cuatro pactos a nivel nacional darían mucha estabilidad.

Con el panorama actual, ¿los políticos tiene que hacérselo mirar para empezar a cuidar más al administrado que a la Administración?

El bipartidismo toca a su fin por culpa de ellos. Los gobiernos al final funcionan para protegerse a sí mismos y tendrían que darse cuenta de que hay que legislar para proteger al ciudadano, no a las instituciones que se protegen solas. La corrupción ha calado en un pequeño porcentaje de políticos o empresarios pero hace mucho daño. Te destroza ver al presidente de la CEOE en la cárcel porque luego sales a la calle y te preguntan si tienes algo que ver con ellos. Hay mucho descontento.

Es que hay que montar un lío muy gordo para darnos cuenta de que los bancos han abusado de muchos e intentar corregirlo; hay que montar un lío para demostrar que los ayuntamientos están asfixiando a los ciudadanos. Al final estamos todos un poco descontentos porque no se nos trata bien, el empresario igual que el ciudadano. En la región hay pocas empresas con más de cinco empleados, ¿cuánto pueden aguantar así?

Una Administración como el Ayuntamiento de Toledo, ¿está sobredimensionada?

Toledo es un caso especial porque lo hemos debido hacer muy mal todos. Coincido con el alcalde. Es una ciudad que de punta a punta tiene catorce kilómetros, con ocho barrios disgregados, que la recogida de basura es carísima, el alumbrado, el transporte... y hay que dar servicios y eso hay que pagarlo. Hay ciudades que en una cuarta parte del territorio de Toledo tienen más habitantes y todo es más cómodo y más barato.

Entonces resignación.

Tampoco es eso. El ciudadano no puede estar pagando permanentemente por todo. El Ayuntamiento mira por sus intereses sin importarle que las personas tiene que hacer frente a otras obligaciones, y no digamos el empresario. La queja permanente es que pagan muchísimo y no les queda para contratar ni para hacer mejoras en su negocio. Hay que bajar impuestos.

Con los buenos datos de turismo ¿hay que seguir la veta del Greco 2014 para crear empleo en años sucesivos?

Da muy buen resultado organizar macroeventos nacionales. Los datos de empleo muestran una tendencia a la mejora pero la recuperación no se ha trasladado a la economía real. Las empresas, las micro-pymes, siguen con las mismas carencias: no hay financiación, la Administración mejora pero sigue pagando tarde... Hay problemas serios.

¿Se puede forzar a los bancos a que den préstamos?

No es lo que más me gusta pero rompo una lanza a favor de las entidades financieras que se encuentra con un problema a la hora de dar financiación, sobre todo a las más pequeñas, porque tienen que cumplir las condiciones que impone el Banco de España y resulta que son las mismas que en época de bonanza. Lo primero que tiene que plantease el regulador es de qué manera puede flexibilizar para las entidades que quieren dar préstamos, y cada día hay más.

La morosidad de las administraciones, en teoría se está corrigiendo.

Los plazos de la Administración nunca coinciden con los nuestros. Una pyme presenta una factura y mientras se da el visto bueno ha pasado un mes, con el resto de trámites otro y hasta que cobra otro más. En el mejor de los casos se cobra entre sesenta y noventa días. Hay que agilizar más los pagos.

Los casos de presunta corrupción llegan hasta Toledo. ¿Qué piensan los empresarios?

Nos pilla de lejos. Los empresarios están ocupados en sobrevivir. En los casos de corrupción aparecen los mismos, no juzgo si lo han hecho o no porque aquí se condena por adelantado. Los pequeños empresarios ni hablan de eso. Les escandaliza que el vicepresidente de CEOE, Arturo Fernández, le pillen con una tarjeta ‘black’ y diga encima que no ha hecho nada y que no dimite... Ética y estética.

¿Qué se puede hacer?

Desde niños formación en ética: pero la corrupción está todos los niveles. Te colocan un grifo en casa y el señor te pregunta si con o sin IVA, o lo pide el cliente porque a veces no puede pagar la diferencia. A un señor sin medios económicos que tiene que elegir ente pagar 50 euros sin IVA o 70 con IVA yo no le puedo juzgar y decirle que es un defraudador. Además el que va a arreglar el grifo está en economía sumergida porque se ha quedado en la calle. Esto está muy extendido y suma miles de millones.

¿Tiene arreglo?

Pon deducciones, crea incentivos. En los países del norte la factura te la deduces y todos la piden. Y el que arregla el grifo se dará de alta y cotizará. Hace años las gafas o los gastos médicos desgravaban y se pedía factura. Ahora todo el beneficio es para el Estado.