Denuncian un pacto secreto entre multinacionales para reducir las cementeras de Toledo de tres a una

J.A.J./Toledo
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El presidente del Comité de Cemex de Yepes sospecha que las tres compañías instaladas en la provincia han acordado salvar sólo la planta de Lafarge. Reiteran que el apagón de hornos es el paso previo al cierre de una fábrica de cementos

Denuncian un pacto secreto entre multinacionales para reducir las cementeras de Toledo de tres a una - Foto: Víctor Ballesteros

Los representantes de los trabajadores de la fábrica de Cemex en Yepes temen que tras el recorte de  empleos y actividad que quiere acometer su compañía se esconda un acuerdo tácito entre las multinacionales que controlan el sector del cemento en España. Este pacto secreto incluiría un reparto del languideciente mercado nacional de hormigones por el que, de las tres fábricas de cemento existentes en Toledo para suministrar al centro de España, sólo una quedaría totalmente operativa.

Es ocioso aclarar que la cementera superviviente, según esta denuncia, es la de la francesa Lafarge en Villaluenga de la Sagra. Hace unos meses, la suiza Holcim acometía en sus fábricas de España un ERE similar al que se afronta ahora en la mexicana Cemex. Tan similar que el destino que Holcim dio a su factoría en Yeles parece clavado al que Cemex quiere imponer en su planta yepera: el despido de más de la mitad de su plantilla y el apagado de sus hornos de calcinación.

La sospecha de un posible acuerdo de ‘cartel’ entre las cementeras instaladas en Toledo, que podría contradecirse con las reglas empresariales de la libre competencia, era lanzada ayer por el presidente del Comité de Empresa de la fábrica de Cemex de Yepes, Francisco Javier Pastor Carmona. «Lo único que sé es que teníamos tres fábricas en la provincia, cada una de uno de los grupos más importantes a nivel mundial. Estos grupos han decidido que Holcim en Yeles parase la calcinación -los hornos-y que Cemex pare la calcinación de Castillejo». Por ello, remataba que los movimientos de las empresas del sector del cemento en España «me suenan a una tarta muy bien repartida, pero no lo pueden decir porque podría ser una cosa ilegal».

El responsable regional de la Federación de Industria de UGT, Carlos Duque, respaldaba las acusaciones del presidente del Comité de la Cemex de Yepes. «Yo me temo, aunque no lo pueda asegurar, que las empresas que tenemos en España se han repartido el mercado y su mapa geográfico», sobreviviendo en la Zona Centro «la fábrica de Lafarge, que es la que queda con la fabricación de klinker», la materia base que sale de los hornos para moler y hacer cemento.

Apagón y cierre.

Duque y Pastor insistieron en que el apagado de los hornos será el primer paso para el cierre definitivo de la fábrica de Castillejo. Por un lado, recordaron que la maquinaria de calcinación se convierte «en chatarra» si se prolonga su apagado. El presidente del Comité de Empresa manifestó que aunque en la planta continúe la molienda de klinker de otras fábricas, puede ser un trámite intermedio para su cierre total. Para ello, recordó el caso otra fábrica de Cemex en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), que tras ser reducida a molienda y pararse sus hornos ahora quedará sólo como almacén de ventas con el nuevo ERE. Conservará 13 trabajadores, cuando era similar a la de Yepes.

En esta factoría toledana, la compañía mexicana plantea unos 75 despidos y la conservación de otros 41 operarios. Tras la última reunión con la Dirección de la compañía para abordar el ERE, el Comité de Empresa expresaba su malestar al no querer la empresa atender sus alegaciones sobre la necesidad de más empleados si se mantiene la molienda ni su contrapropuesta de un ERE temporal sin extinciones de contrato. Pastor señaló que Cemex ni siquiera acepta recolocaciones en servicios ahora externalizados, ya que no conservaría sus actuales sueldos a los empleados que pudieran trasladarse.

El presidente del Comité de Empresa también remachó que «la fábrica de Castillejo no estaba teniendo pérdidas, como nos dijo su propio director». Así, pese a la caída del consumo de cemento aseguró que conserva una producción de 1.100 toneladas diarias. Y lamentó que Cemex no haga honor a su promesa, cuando el año pasado se celebró el centenario de la planta, de que «Castillejo seguiría 100 años más».