La Fundación ya alertó en 2009 del exceso de firmes distintos en el Casco

J. Monroy | TOLEDO
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El estudio, encargado al arquitecto Francisco Somoza, criticaba las actuaciones que, como en la actualidad el 'plan tacones' han ido superponiendo capas de hormigón, que provocan problemas de humedades en los inmuebles

La Fundación ya alertó en 2009 del exceso de firmes distintos en el Casco - Foto: Yolanda Lancha

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Fue uno de los encargos del Ejecutivo de Emiliano García-Page durante su primera legislatura. Un informe elaborado por el estudio de arquitectura de Francisco Somoza para la Real Fundación Toledo en el año 2009 señala ya «el estado de abandono en el que se encuentra el Casco histórico, así como al heterogeneridad de soluciones con las que se han resuelto a lo largo del tiempo la pavimentación, la iluminación, la señalización o la organización de las infraestructuras en el sector». Eso fue hace cinco años. Desde entonces, el tipo de firmes ha continuado creciendo, con soluciones como el ‘plan tacones’, Santa Úrsula, o la intervención del Consorcio en San Clemente, sin que se el Ayuntamiento parezca que tiene la intención de unificar criterios. También se hay más tipos distintos de señalización en las calles del centro.

El documento tiene como objetivo analizar y reflexionar sobre el estado del firme del centro histórico de la ciudad y plantear unas primeras soluciones que contrivuyan a su revalorización. Señala que durante los diez años que hasta entonces había transcurrido de la aprobación del Plan Especial del Casco Histórico, se habían cumplido algunos de los objetivos del mismo. El principal logro fue la inversión del proceso de deterioro y abandono en el que estaba sumido antes de la entrada en vigo de este instrumento. Sin embargo, advirtió, «la revitalización del Casco histórico y el consiguiente crecimiento de la población en este área, así como el incremento de la afluencia de visitantes han acentuado los problemas de tráfico, al no haberse llevado a cabo operaciones de regulación y racionalización del mismo, que solo se ha paliado con la construcción de algunos de los aparcamientos previstos».

Crítica a los parcheos. El texto de la Real Fundación de 2009 criticaba ya el «parcheo» en las calles del Casco, así como la «continua superposición de pavimentos y capa de homigón y de asfalto». Parece, por lo tanto, que no sólo no aprueba actuaciones como el actual ‘plan tacones’ sino que señala sus efectos perniciosos para el Casco y sus inmuebles.

El estudio describe el paulatino abandono que fue sufriendo el Casco toledano durante el siglo XX. Esto provocó que el estado general de gran parte de las calles y plazas del centro sea de «gran abandono». Sólo algunos sectores habían tenido obras de adecuación durante los últimos años, situación que continúa. Además, critica que la estructuración del espacio público se haya realizado con el tráfico rodado como protagonista, arrinconando al peatón. También señala las grandes deficiendias de infraestructuras como tendido eléctrico o telefónico, que siguen invadiendo las fachadas «con una indiferencia absoluta por la arquitectura, desprecinado los muchos y cuidadísimos ejmplos de preocupación por la forma».

Somoza señala que la superposición de pavimentos y capas de homigón y de asfalto, «ejecutadas con la única intención de lograr una buana capa de rodadura», ha provocado la alteración de los niveles originales, lo que causa importantes problemas de acceso y humedades en las plantas bajar y sótanos de las edificaciones. Además, las constantes reparaciones generan un parcheo en la pavimentación que ofrece en muchas ocasiones «un estado lamentable». La señalización, mobiliario y la iluminación contribuyen a la confusión y lo amplían.