Tras dos años y medio al frente del Atlético de Madrid Femenino, el técnico toledano Ángel Villacampa podría dar el salto a otro país. ConcretamenteRusia. El Nizhni Nóvgorod de la Segunda División es el que más ha pujado por hacerse con sus servicios, aunque otro conjunto de la Segunda de Francia, el Niort, que es filial del Olympique de Marsella, también ha mostrado su interés por tener en el banquillo.
Por tanto, parece que el toledano va a tener que dejar el fútbol femenino para pasarse al masculino después de no contar con oferta de renovación del club colchonero a pesar de conseguir una Copa y dos Ligas. «Ganar esto no me ha abierto las puertas en España al fútbol masculino», reconoce. Y eso que sí tuvo un par de ofertas de femenino, el Levante y el Valencia, pero el amor a los colores rojiblancos le hizo declinarlas: «Mi forma de entrenar va con los sentimientos y no me parecía lógico pasar del Atlético de Madrid al Valencia así de repente».
Así las cosas, ‘Villa’ se marcha ahora dos semanas a China para formar parte de una academia de entrenadores en las que se van a intentar introducir los métodos de entrenamiento españoles. Son para fútbol masculino y con posibilidad incluso de quedarse allí a dirigir a algún equipo, que también ha intentado pescarle, pero parece que el toledano no está por la labor de marcharse tan lejos, de momento.
Así las cosas, el Nizhni Nóvgorod es el club que más ha pujado por Ángel Villacampa. «Tienen mucho interés y quieren implantar una metodología similar a la del primer equipo», asegura. Sin embargo, parece que hasta que no vuelva de China no va dedicir si aceptar esta oferta o la de Francia, que es igualmente atractiva para él al tratarse el Niort de un equipo dependiente del Olympique de Marsella.
Por lo demás, quiere recordar su trayectoria en el Atlético de MadridFemenino, donde pasó «unos 800 días con sólo un encuentro perdido; son unos números brutales». Quiere valorar Villa que antes de su llegada, «no se había ganado nada». Además, desde su punto de vista, se encontró una mecánica de trabajo «muy amateur» que él quiso profesionalizar a pesar de que la entidad rojiblanca no estaba muy de acuerdo. «Nos llegamos a equiparar al FC Barcelona, no en lo económico pero sí en los hábitos», añade. El técnico consiguió un control en los horarios y en los entrenamientos que al final se reflejó en los resultados. Considera que «los cambios cuestan», pero también parece que todo este intento de profesionalización le ha costado el puesto porque desde el Atlético de Madrid le asegurar que «había exprimido a la plantilla y que el mensaje no había calado, así que necesitaban otro perfil», concluye.
Ángel Villacampa confiesa que «lo volvería a hacer» si fichase de nuevo porque siendo el cuarto presupuesto de la Liga Iberdrola, «conseguimos dos títulos consecutivos; el primero ya me pareció un milagro».