«No hay problemas para la instalación de la planta de Casbega en Toledo, es sólo una cuestión de tiempo». Con estas palabras, la responsable de Responsabilidad  Social Corporativa de Casbega, María Laviña, atajó ayer el retraso de la llegada de la embotelladora de la empresa Coca-Cola a la ampliación del Polígono Industrial, conocido como el PP-11.  

Y aunque no quiso entrar en detalles sobre esta operación, Laviña comentó por encima que todavía no se ha formalizado la compra de los 200.000 metros cuadrados en este PAU industrial que se llevan anunciando desde hace tiempo.

De momento, sólo hay buenas intenciones porque la representante de Casbega añadió ayer que la empresa «tenía unas necesidades que han ido cambiando con el paso del tiempo». Si bien, insistió que la empresa «está deseando llegar a Toledo» y lo hará en cuanto sea posible formalizar la compra del terreno, valorado en torno a los doce millones de euros, para construir una planta de embotellado de bebidas no carbonatadas -zumos y agua mineral- de la marca Coca-Cola.

Laviña no quiso ni pudo precisar más sobre un tema que escapa a sus responsabilidades dentro de Casbega. Sin embargo, los pasos de esta empresa tienen su repercusión porque buena parte de las empresas que se han mostrado interesadas en desembarcar en la ciudad se encuentran a la expectativa y en espera de los futuros pasos de la filial de la conocida Coca-Cola.

posible retraso. La crisis económica ha obligado a ralentizar el desarrollo industrial. Además, los problemas de urbanización de la ampliación del Polígono Industrial, dado que los costes suman 28 millones de euros, pueden llevar a tomar la decisión de urbanizar la zona por fases según se vaya recibiendo el dinero por parte de las empresas que vayan formalizando la compra para instalarse en nuestra ciudad.

Si bien, es posible también que Casbega retrase aún más su llegada por el proceso de reordenación empresarial para convertirse en una única empresa embotelladora.