Sentado en un banco de la cárcel de Estremera, Óscar del P. reconoció ayer por videoconferencia ante la Audiencia Provincial la autoría de la muerte del empresario José Luis Vázquez, conforme al acuerdo que había alcanzado con la Fiscalía, y exculpó de este delito, por tanto, al resto de los cómplices. Y aseguró que se produjo en un forcejeo con la víctima durante el secuestro del empresario que había planeado con Alberto del V., Mario B. y Óscar L. También afirmó que se deshizo del cuerpo en el río Tajo, en un puente cerca de Mocejón. El cuerpo no ha aparecido después de cuatro años, por lo que la narración de los hechos se apoya sustancialmente en la versión del principal acusado. El autor confeso ha pactado una condena de diez años y medio de cárcel por el delito del secuestro, cometido en Illescas, y homicidio. «Venga, hasta mañana», dijo al final de la conexión porque el juicio continuará hoy con los detalles policiales de la investigación.

El reconocimiento de los hechos, la aportación de datos para el hallazgo del cadáver en el río y el pago íntegro de la responsabilidad civil han favorecido el adelgazamiento de la pena a Óscar del P. a 10 años y medio por el secuestro y la muerte de José Luis. Al autor confeso, le pesaba ya un antecedente penal por una sentencia de 9 de abril de 2014 por un juzgado de Getafe por tenencia ilícita armas. Fue castigado a un año y tres meses de prisión sólo un mes antes de los hechos juzgados ahora.

Las condenas se extienden a otros siete participantes en los hechos en mayor o menor medida, después de alcanzar en septiembre de 2017 unos pactos con la Fiscalía que se alargaron hasta ayer mismo, día del inicio del juicio oral, lo que motivó que la sesión comenzara con cerca de dos horas de retraso. La única mujer, Beatriz G., no estaba de acuerdo con la calificación jurídica de su participación en los hechos, aunque finalmente acató una pena de dos años como cómplice del secuestro, la mitad de la petición inicial. Su papel fue determinante para el destino de la víctima porque aportó su nombre como uno de los posibles objetivos del secuestro por las altas cantidades de dinero que manejaba el empresario, al que conocía por cuestiones laborales. La acusada indicó que facilitó los datos para que los promotores del secuestro no robasen a un allegado suyo.

Entonces, Óscar del P., Alberto del V., Mario B. y Óscar L., los cuatro actualmente en prisión, prepararon el secuestro de José Luis. Estos tres últimos reconocieron el delito de secuestro y cada uno acató la pena de cinco años y tres meses de prisión. En el caso de Mario B., con el añadido de seis meses por el delito de receptación.

El escrito de la Fiscalía detalla que los cuatro urdidores del secuestro mantenían una relación de amistad y acordaron organizar raptar a una persona. Así, eligieron a José Luis. Dos de los acusados con penas menores, un año para Alberto M. y otro para F. J. P. M. por receptación y falsedad documental, facilitaron dos vehículos a los que cambiaron la matrícula y el número de bastidor.

Según el mencionado escrito, los urdidores del secuestro llamaron el 6 de mayo de 2014 a José Luis Vázquez para concertar un encuentro al día siguiente en el polígono industrial San Gil de Illescas. Allí, fue abordado por Óscar del P. y Óscar L. El primero intimidó a la víctima para que ordenara el pago de un rescate por 80.000 euros. El acusado Mario B. recogió el dinero. En esas apenas tres horas transcurridas, Óscar del P. mató al empresario con un arma de fuego que no ha sido hallada. Posteriormente, arrojó el cuerpo al río Tajo, en un puente entre las localidades de Mocejón y Algodor.

El vehículo utilizado para recoger el dinero fue entregado a otro de los acusados, Rubén S., quien aceptó nueve meses de pena por encubrimiento de secuestro con atenuante. El coche fue recuperado en octubre de 2014 por la Policía Nacional.

La sesión continuará hoy en la Audiencia Provincial a las 9,30 de la mañana a pesar del reconocimiento de los hechos de los acusados e intervendrán los agentes de la Guardia Civil que participaron en la investigación, así como los especialistas del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas del Instituto Armado que buscaron el cuerpo en el río Tajo.