El año pasado se registraron en Castilla-La Mancha un total de 66.986 delitos y faltas, lo que constituye un 4,6 por ciento menos con respecto a 2014, cuya cifra ascendía a 70.198, según el balance de criminalidad que ha presentado el Ministerio del Interior. Según estas cifras, la tasa de criminalidad ha sido de 32,5 infracciones penales por cada 1.000 habitantes, con una reducción del 1,3 puntos respecto al mismo periodo de 2014, frente al 43,7 en España, es decir, 11,2 puntos por debajo de la media nacional.

Unos datos, ha señalado la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha en un comunicado, que deja en la región valores inferiores a los del 2007, donde la tasa era de un 34,6, con un descenso en las provincias de Albacete, Cuenca, Guadalajara y Toledo.

En la región, los homicidios y asesinatos consumados se han reducido un 18,8 por ciento, los robos con violencia o intimidación un 6,6 y los robos con fuerza en vivienda han caído un 5,7.

Esto, indicó la pasada jornada el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, convierten a la región en «una de las más seguras de España», poniendo el acento en la merma de los delitos cometidos en explotaciones agrícolas y ganaderas y que dan cuenta del buen resultado del trabajo de los equipos ROCA.

De este modo, recordó el delegado, estos bajaron en cerca de un 19 por ciento, pasando de los 2.896 de 2014 a los 2.349 del pasado ejercicio.