La Guardia Civil sigue el rastro de los atracadores por un coche hallado en Seseña

J. M. / Toledo
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El agente herido está en coma inducido con dos vértebras y el pulmón afectados. Recibió uno de los ocho disparos de los delincuentes

Imágenes captadas por la cámara de seguridad del Mercadona de Yuncos de los tres atracadores con máscaras. - Foto: LT

El guardia civil Román David Gómez recibió un disparo a quemarropa en el atraco de Yuncos que le ha afectado a dos vértebras y al pulmón. Permanece en coma inducido, y los médicos del Hospital Virgen de la Salud de Toledo no se han decantado todavía sobre la intervención necesaria para que queden las secuelas más leves posibles. El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, se desplazó ayer para visitar al agente ante la gravedad de las heridas en este violento suceso. «Ha sido herido muy grave, aunque parece que su vida no corre peligro», afirmó ante los medios de comunicación el máximo representante de la Benemérita tras conversar durante unos 20 minutos con los familiares.

En cuanto a las novedades de la investigación, los agentes comprobaban ayer distintos vehículos sospechosos de ser el seat Córdoba color gris usado en el atraco. Así, analizan uno hallado en la localidad de Seseña, que está a una distancia de 20 kilómetros de Yuncos.

Los médicos esperan a la evolución del guardia civil, quien está sometido a un coma inducido para evaluar la situación y tomar las consiguientes determinaciones facultativas. «Estos días tomarán decisiones para que se recupere de la mejor manera posible. Está en buenas manos con los mejores intensivistas, los mejores neurocirujanos y los mejores cardiovasculares», indicó Fernández de Mesa, cuyas declaraciones manifestaban la gravedad de las heridas por una bala que entró por el cuello y salió por la espalda.

El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ayer en el Hospital con el delegado del Gobierno.El director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, ayer en el Hospital con el delegado del Gobierno. - Foto: David Pérez El director general de la Guardia Civil charló durante la visita con los padres y la hermana del agente, así como con la jefa de servicio de la UVI, María de los Ángeles Arrese. Además, estuvo acompañado por el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador, y el número 2 de la Benemérita, el director adjunto operativo, Cándido Cardiel.

La médula del paciente no está afectada, aunque sí han resultado dañadas las vértebras T-1 y T-2, las superiores de la columna. En este sentido, se descartaba una lesión medular. El guardia civil se encontraba con respiración asistida por la inflamación producida por una esquirla en el pulmón.

La Guardia Civil publicó ayer las imágenes de la cámara de seguridad del Mercadona de Yuncos que captó la entrada de los tres atracadores al establecimiento. Se observa con nitidez cómo irrumpen dos de ellos casi juntos con gorras y con el rostro oculto mediante máscaras. Llevan pantalones vaqueros y sudaderas. Justo al entrar en el establecimiento, cada uno de ellos sacó de los bolsillos y cargó unas pistolas cortas para amedrentar a los trabajadores del negocio, los cuales no opusieron resistencia.

Los juzgados de Illescas se han hecho cargo del suceso y han decretado el secreto de sumario. Los atracadores efectuaron hasta ocho disparos, uno de los cuales hirió al agente, y tirotearon también a la compañera que se encontraba dentro del coche patrulla aunque sin herirla. Un cliente sí resultó herido leve en un ojo tras el estallido de un cristal por las balas.

Por su parte, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo ayer unas declaraciones al hilo del atraco de Yuncos en las que reclamaba a las cadenas de supermercados que denuncien los atracos y anunció que quiere fijar en la próxima reforma de la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana la obligación de colaborar con las autoridades policiales porque en caso contrario se puede dar el caso de «presunta connivencia».

Al respecto, el ministro del Interior indicó molesto que hay empresas que no denuncian porque creen que se evitan «problemas posteriores». Así, agregó: «Eso no puede continuar así y creo que casos como el que estamos comentando ponen de manifiesto que más allá del legítimo interés particular hay que tener solidaridad y garantizar el interés público».