'Subcomandante' Suárez

Diego Izco (SPC)
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El uruguayo ha hecho de Messi liderando al Barça en el primer 'Tourmalet' del curso. Seis dianas y dos asistencias del ariete han dado al equipo el liderato de la Liga y el pase a octavos de la Champions

En el minuto 17 del duelo ante en el Sevilla se le rompió el radio al Barça. El ‘comandante en jefe’, Lionel Messi, sufrió una caída fortuita y se quedó doliéndose en el suelo... y el barcelonismo tembló: a la vista, 70 minutos durísimos ante el que era el líder de la Liga, un doble enfrentamiento ante el Inter de Milán, el ‘clásico’ ante el Real Madrid... y la llamada ‘Messidependencia’ a debate en el primer ‘Tourmalet’ del curso. 

¿Quién haría de Messi? La eterna pregunta. Una discusión estéril con una réplica inmediata y objetiva: nadie puede ocupar el lugar del rosarino. La respuesta del cuadro culé a la ausencia de su guía fue colectiva. Un ejercicio coral como pocos equipos en el planeta pueden desarrollar. De hecho, la respuesta en el once a la baja del argentino no fue Dembélé, como muchos esperaban, sino Rafinha, un futbolista formado en La Masía, capaz de prolongar el sentido del juego azulgrana. 

Así que la pregunta, en esencia, era otra muy diferente: ¿Quién marcará los goles? Y ahí Luis Suárez sí ha hecho de Messi. El ‘subcomandante’ de la ofensiva culé era casi un bulto sospechoso hasta ese día en que el  ‘10’ se partió el brazo. «Fuera de forma», «¿Qué le pasa a Suárez?» e incluso el oportunista «¿Hizo bien el Barça dejando salir a Alcácer?» fueron algunos de los titulares que apuntaban directamente al uruguayo antes del choque frente al Sevilla. 

 

El despertar

Sin embargo, como si la baja de su amigo activase el resorte del estupendo ariete que hay bajo ese corpachón de 1,82 metros y 85 kilos, Suárez despertó a lo grande: marcó al cuadro nervionense, le hizo tres al Madrid y dos al Rayo Vallecano para situarse como máximo goleador de la Liga: tres tantos y muchos fallos en las primeras ocho jornadas por seis las tres siguientes. Suárez en estado puro. 

El charrúa no ha cambiado su estilo; sencillamente, lo ha anticipado. Otras temporadas, su mejor versión aflora en casi en primavera. En esta ocasión, ha tenido que sacarlo antes de tiempo por las circunstancias. 

 

Un ‘killer’

Hasta que las circunstancias del mercado obligaron al Barcelona a desembolsar 260 millones de euros por Coutinho y Dembélé, Luis Suárez era el fichaje más caro en la Historia del club: pagó 81 millones de euros al Liverpool en verano de 2014. Desde entonces, el atacante ha devuelto la confianza con un rendimiento espectacular: 161 goles en 214 partidos (una media de 0,75 por encuentro, o sea, tres tantos cada cuatro duelos) y una capacidad asociativa inesperada cuando llegó como ‘killer’: acumula 82 asistencias. 

«Es lógico que aparezcan rumores sobre que el Barça está buscando un ‘nueve’: yo ya tengo 31 años», señalaba esta misma semana. Suárez avala su trayectoria con un esfuerzo encomiable en cada partido: cuando un tipo de su edad, prestigio y condición persigue como un poseso a un central en el minuto 89 de un choque que su equipo gana por 4-0, lo justifica prácticamente todo. Sus sensaciones, asegura el futbolista, son las mismas que en aquella 15/16 en la que logró la Bota de Oro con 40 goles ligueros y un total de 59 en 53 partidos oficiales con el Barça.

 

Gafado en Europa

El uruguayo, no obstante, tiene una espina clavada con la Champions, donde extraña su sequía. El partido del pasado martes en Milán es el ejemplo perfecto: allí igualó a Ronaldinho como el futbolista culé que más disparó a puerta en un partido de la máxima competición... sin hacer gol. Nueve intentos del brasileño en la final de París 2006 ante el Arsenal, nueve del uruguayo ante la portería de Handanovic. El azulgrana lleva tres años sin marcar fuera de casa en Europa (desde septiembre de 2015 a la Roma... precisamente el equipo al que hizo su último gol, en la ida de los cuartos de final del pasado año). 

En el combinado más ofensivo de la Liga de Campeones (segundo con más disparos totales: 84 por los 89 del Real Madrid; y segundo con más disparos a puerta: 35 por 36 de la Roma), Luis Suárez es el jugador que más veces ha rematado: un total de 25, 12 a puerta y 13 fuera. Su sequía solo es comparable a la de Hakim Ziyech, el atacante marroquí del Ajax, que ha tirado 23 veces sin éxito. Todos los demás grandes delanteros de la competición han mojado ya: Dzeko acumula cinco goles en 20 disparos, Salah dos en 18, Kane cuatro en 17, Icardi o Neymar tres también en 17... El uruguayo ha firmado solo dos dianas en sus últimos 17 partidos de Liga de Campeones. 

sin embargo, Suárez ya no convive con la prisa o la ansiedad: recuerden era ese tipo pasado de peso, torpe y sin olfato, justo suplente del mal vendido Alcácer, veterano que ya había vendido sus mejores tardes... y le hizo tres al Real Madrid. La Champions le sigue esperando.