Sí quiero, sí lo voglio

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El alcalde de Seseña, Carlos Velázquez, contrae matrimonio con su novia italiana en la parroquia toledana de Santa Leocadia • Entre los invitados, la presidenta regional

Velázquez junto con su ahora mujer y los padrinos de la boda. - Foto: Javier Pozo

Pese a ser el alcalde de uno de los municipios, por suerte o por desgracia, más conocido de Castilla-La Mancha, el regidor de Seseña, Carlos Velázquez, eligió Toledo para contraer matrimonio con su hasta ayer novia, de origen italiano. Fue la parroquia de Santa Leocadia el escenario elegido por el también diputado regional para dar el sí quiero acompañado de la flor y nata del PP regional, incluida la presidenta de la Junta, María Dolores de Cospedal, que entraba en la iglesia justo cuatro minutos después de que lo hiciera la novia.

Sin embargo, Velázquez quiso hacer un guiño a la localidad que lidera y la ceremonia, que daba comienzo a las 12,30 horas, fue amenizada por los integrantes de la coral polifónica de Seseña.

Los primeros en llegar hasta Santa Leocadia fueron un grupo de amigos y familiares de la novia, italianos que aprovecharon los momentos previos para hacerse fotos a las puertas del templo. También llegaba con mucha antelación el delegado de la Junta, Fernando Jou. El portavoz del PP en las Cortes, Francisco Cañizares, era otro de los que llegaban con tiempo.

Tras ellos, el entorno de la Diputación fue testigo de un ir y venir de políticos como la diputada regional Inmaculada López; el presidente de la Diputación, Arturo García-Tizón; los diputados provinciales Fernando Cabanes, Sagrario Gutiérrez, Juan José Gómez-Hidalgo o Sagrario Gutiérrez, acompañada por el alcalde de Talavera, Jaime Ramos; el diputado nacional Francisco Vañó, el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Jesús Labrador; o el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz.

Velázquez llegaba diez minutos pasados de las 12,00, conduciendo su propio coche y en compañía de sus padres, con un chaqué que completó con un chaleco en color crudo y una llamativa corbata azul oscuro estampada en flores, posiblemente de la firma Félix Ramiro, que también acudía a la celebración. Tras saludar a los presentes, sobre las 12,20 entraba en la iglesia a la espera de la llegada de su novia, que fue puntual al máximo. Justo a las 12,30 hacía su aparición, con un traje palabra de honor en blanco roto y velo corto.

Ya empezada la ceremonia entraban en la parroquia el presidente de las Cortes, Vicente Tirado, y justo cuatro minutos después de que llegara la novia llegaba el coche de la presidenta regional, que en este caso no fue muy correcta en cuanto a protocolo al llevar un vestido casi del mismo tono que la novia, aunque, por los complementos en color rosa, el vestido parecía que giraba hacia ese tono en lugar de hacia el beige de la ya mujer de Velázquez.

El entorno de la Plaza de la Merced fue un trasiego de taxis, medio empleado por muchos de los invitados para llegar hasta Santa Leocadia. Aunque algunos tuvieron la suerte de aparcar en el interior del edificio de la antigua sede de la Delegación de Sanidad, ahora propiedad de la Diputación, que se abrió, parece ser, para facilitar el aparcamiento de los invitados.