«Que dejen de marear la perdiz». Es lo que le pidió ayer la concejala del Grupo Municipal Popular Sonsoles Garrido a la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, y al presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha después de conocerse que la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo haya solicitado a la UTE del nuevo hospital de Toledo que complete el estudio de movilidad en torno a esta infraestructura.

Así se pronunciaba la edil del principal grupo de la oposición un día después de que el jefe del Ejecutivo castellanomanchego anunciara también que las obras comenzarán en estas dependencias, situadas en el barrio de Santa María de Benquerencia, antes de que acabe este año.

Garrido hizo hincapié en la pasada jornada en que la última petición municipal se produjo en el pasado mes de abril, «donde se iban a ajustar todas las licencias y cuatro meses después solicitan una ampliación del estudio de movilidad», lamentó la concejala, que aseguró que en este caso «no hay que marear  la perdiz» porque, a su juicio, «cuando la administración quiere ser ágil y competente puede serlo». También puntualizó que Ayuntamiento y Junta «tienen que aclararse sobre qué tipo de obra van a  realizar, si la que está o si la van a modificar».  

Esta última solicitud se hizo el pasado 11 de agosto. Es la Concejalía de Urbanismo la que, a instancias del informe técnico del ingeniero municipal, requiere a la UTE que complete el estudio de movilidad.