El Cabildo recuerda hoy al cardenal Marcelo González en el XI aniversario de su fallecimiento

J. Guayerbas
-

El canónigo y secretario del cardenal Santiago Calvo presidirá la eucaristía en la Capilla del Sagrario a las nueve de la mañana

Don Marcelo. Así se recuerda al cardenal y arzobispo Marcelo González Martín fallecido hace ahora 11 años en la localidad palentina de Fuente de Navas a los 86 años de edad. Hoy, a las nueve de la mañana, el Cabildo de la Catedral Primada celebrará la eucaristía en su recuerdo presidida por el canónigo Santiago Calvo, secretario particular del purpurado desde su consagración como obispo de Astorga en 1961 hasta su fallecimiento el 25 de agosto de 2004.

Una vez finalizada la celebración litúrgica, el Cabildo se dirigirá a la capilla de San Ildefonso, junto al Transparente, donde se encuentra el sepulcro del cardenal, protagonista en la Transición, en el Concilio Vaticano II y en los dos cónclaves de 1978 para la elección de los papas Juan Pablo I y Juan Pablo II, hoy santo.

«Allí cantaremos un responso por su alma», explicaba ayer Santiago Calvo, quien a día de hoy, aseguraba, recibe numerosas llamadas de recuerdo y cariño hacia el cardenal y arzobispo de Toledo.

El 27 de agosto, dos jornadas más tarde de su fallecimiento, los restos mortales de Don Marcelo llegaban a la capilla ardiente. Personalidades de la sociedad local, políticos, sacerdotes y religiosas pasaron por la capilla funeraria instalada en la de la Inmaculada de la calle Trinidad, en el Palacio Arzobispal.

Tras la misa de exequias en la Catedral, que presidió el cardenal y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, el féretro en procesión paró unos instantes frente a la Virgen del Sagrario, para continuar por la girola hacia la Capilla de San Ildefonso, donde recibió sepultura por delante de la tumba del cardenal Gil de Albornoz, cumpliendo así la última voluntad del purpurado que el 3 de diciembre de 1971 fue promovido a la Archidiócesis de Toledo, en la que sucedió al Cardenal Tarancón, que había pasado a ser arzobispo de Madrid.

El entonces ministro de Defensa, José Bono, participó en el funeral, así como el Nuncio de su Santidad en España, cardenales y un amplio número de obispos, como el de Palencia, Rafael Palmero, o el entonces arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco.