La entrada al remonte se integrará en los restos de un muro islámico

F.J.R/ TOLEDO
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El acceso al ascensor y las escaleras mecánicas de Safont contará con unos seis metros de longitud y estará integrado en los restos de un muro islámico descubierto en las catas y que perteneció al convento de San Pablo

La entrada al remonte se integrará en los restos de un muro islámico - Foto: Yolanda Lancha

El próximo martes concluye el plazo para presentar ofertas para retomar las obras del remonte mecánico de Safont. El nuevo proyecto quedó redactado con la premisa de abaratar costes sin perder calidad, lo que en cifras se ha traducido en un descenso de los 5,29 millones de euros por los que fue licitado en un primer momento a los 2.464.827,62 euros (IVA incluido) con los que sale ahora a concurso. Sobre el terreno, y a efectos prácticos, la reducción de los costes de ejecución se traduce en un descenso de la superficie de urbanización (se suprimen las obras desde la rotonda de Azarquiel hasta la estación de autobuses), una modificación de calidades (se sustituyen los pavimentos de granito por calzada de aglomerado y acerado de baldosa y hormigón, y se reduce al mínimo las superficies de terrizo Aripaq) y se evita el coste de excavar en roca situando el ascensor del remonte en el borde exterior de la muralla; aunque sigue estando soterrado. Un lavado de cara ‘low cost’ que permite mantener intacta la filosofía del proyecto sin suponer un trauma a las arcas del Gobierno regional, encargado de realizar las obras.

Sin entrar a valorar los requisitos del pliego de condiciones redactado por la empresa pública Gicaman, que van dirigidos a compañías con demostrada experiencia en construir remontes y escaleras mecánicas como las ya existentes en el Palacio de Congresos, en el proyecto elaborado por el estudio ‘PAZ+CAL arquitectura’ destaca que se conserven las seis dársenas para autobuses planteadas en un origen, unas instalaciones que se levantarán en donde actualmente se encuentra un parque infantil que no será destruido, sino que se trasladará varios metros. Las dársenas estarán acotadas por una zona de arbolado totalmente peatonalizada que permitirá cruzarlas o rodearlas con dirección al remonte.

Antes, el peatón podrá optar por subir por unas escaleras-rampas que dan acceso a la calle Bajada de los Desamparados o contemplar las ruinas del convento de San Pablo, que serán limpiadas, saneadas y valladas para su contemplación.

- Foto: Yolanda Lancha La existencia del remonte sólo quedará delatada por un portal de entrada que quedará integrado en los restos del muro islámico que antaño integraba el perímetro del convento de San Pablo y por un gran ventanal en el talud desde el que se podrá contemplar el Hospital de Tavera. Se incluyen también dos huecos más en la estructura, uno que permitirá ver el río por la vega alta desde un rellano intermedio y otro que servirá de iluminación natural en la galería de acceso al ascensor.

Las obras del remonte conllevarán además que se tenga que desmontar piedra a piedra un torreón cuadrangular de la muralla medieval que discurre por la calle Gerardo Lobo. La estructura defensiva será luego reconstruida para mantener su estado actual.

- Foto: La Tribuna
Las escaleras mecánicas constarán de dos tramos, separados por un rellano, y junto a ellas discurrirán otras escaleras convencionales. El ascensor tendrá capacidad para 13 personas y estará conectado al Palacio de Congresos por una galería soterrada que cruzará de lado a lado la calle Gerardo Lobo. La ejecución de las obras tendrá una duración máxima de 13 meses a contar desde la formalización del acta de replanteo positiva.