La tristeza se extendía ayer por los municipios de la comarca de La Jara porque muchas poblaciones se vieron salpicadas de una u otra forma en el trágico accidente de tráfico de la carretera CM-4131. «Se nota en el ambiente», comentaban ayer a este diario sobre la consternación desde el equipo de Gobierno de Retamoso, una población de tan sólo 114 habitantes que ha visto cómo se ha roto una de las pocas familias jóvenes.

«Ella apostó todo por venir aquí», decían en el Ayuntamiento de Retamosa de la Jara sobre Marisol, quien vivía desde hacía muchos años en su localidad natal con su marido y su única hija. El Ayuntamiento jareño decretó ayer dos días de luto ante la tragedia. «Es un mazazo», lamentaban.

El Consistorio de Espinoso  del Rey, con 532 empadronados, colocó, por su parte, crespones negros en las banderas oficiales para evidenciar el dolor por la pérdida de Alejandro, el cabo de la Guardia Civil que llevaba más de dos décadas en esta población.

No obstante, horas después del accidente, muchos vecinos acompañaron ya en el dolor a la esposa del agente en el propio puesto de la Benemérita. Según apuntó el alcalde, el fallecido iba a ser enterrado en la población pacense de Villarta de los Montes.