Uno de cada tres jóvenes ve aceptable controlar a su pareja

AGENCIAS
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Un estudio del CISdesvela que un 33 por ciento de los españoles de entre 15 y 29 años cree «normal» el hecho de prohibir a sus compañeros sentimentales trabajar o ver a su familia

Uno de cada tres jóvenes ve aceptable controlar a su pareja

 
El 33 por ciento de los españoles de entre 15 y 29 años considera «inevitable» o «aceptable» controlar los horarios de su pareja, impedir que vea a su familia o sus amistades, no permitir que estudie o trabaje o decirle lo que puede y no puede hacer. Así se desprende del estudio presentado ayer bajo el título La percepción de la violencia de género en la adolescencia y la juventud, elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para la Secretaría de Estado de Servicios Sociales a partir de 2.500 entrevistas realizadas a personas de este grupo de edad. 
La socióloga coordinadora del informe, Verónica de Miguel, explicó que, si bien el 96 por ciento de las mujeres y el 92 por ciento de los hombres en estas edades consideran «totalmente inaceptable» la violencia de género, «cuando se indaga, se observa que no todas las formas de esta lacra suscitan el mismo rechazo ni todas las manifestaciones son vistas como violencia, como es el caso del control». 
De esta forma, si para el 97 por ciento de los encuestados es «totalmente inaceptable» la violencia física y sexual y para el 93 lo es también la verbal, solo el 67 por ciento de la población de entre 15 y 29 años considera de este modo la que se ejerce mediante el control. Estos jóvenes y adolescentes toleran más estas conductas que los adultos, que en un 70 por ciento las ven injustificables. 
Además, aunque las chicas condenan en mayor medida la violencia ejercida mediante el control, hay un 32 por ciento de ellas que la considera aceptable en determinadas circunstancias, tres puntos más que en la población femenina general. Entre los chicos, el 34 por ciento no lo ve del todo inaceptable, un 4 por ciento más que en el conjunto de hombres de todas las edades. 
No obstante, las campañas de sensibilización influyen. Y es que, según explicó De Miguel, «entre quienes recuerdan alguna de estas medidas preventivas, el 71 por ciento ve totalmente inaceptable la violencia de control, porcentaje que desciende al 64 entre quienes no recuerdan ninguna, lo que hace pensar que el mensaje llega». 
«Debemos estar especialmente preocupados por los adolescentes y su percepción de la violencia de género», señaló la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Susana Camarero, para añadir que en este colectivo se toleran «señales incipientes que anticipan otras más graves de maltrato».
El estudio arroja, asimismo, otros datos, como que un tercio de los jóvenes (el 34 por ciento de las chicas y el 24 de los chicos) conoce a alguna víctima de violencia de género que, en el 21 por ciento de los casos, es menor de edad. El 42 por ciento de las chicas dice que se trata de una amiga y el 26, de una vecina. Según aumenta la edad, crece el número de personas que tienen afectadas en su entorno cercano: el 23 por ciento de quienes tienen de 15 a 17 años y el 33 de los que están entre los 25 y los 29. 
Ante esta situación, el 58 por ciento de los encuestados (65 entre las chicas) llamaría a la Policía, mientras un 23 se enfrentaría al agresor (32 por ciento entre los varones) y un 14 (32 entre los chicos) llamaría la atención de otras personas. Cuando se compara por edades, es mayor el porcentaje de adultos varones que acudirían a las autoridades (59 frente a 51). 
El informe destaca también que el 88 por ciento de la población joven «sabría dónde acudir para interponer una denuncia por maltrato», que en un 78 por ciento sería ante la Policía, un 25 ante la Guardia Civil y un 16 lo haría en el teléfono 016. Como principales causas del silencio de las víctimas identifican el miedo (80 por ciento), la existencia de hijos (40 por ciento) y la vergüenza.