Hermosa visión y chasco en Santa Justa y Rufina

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El Cristo de la Misericordia no pudo ni siquiera salir de Santa Justa y Rufina debido a una lluvia cada vez más intensa. No obstante, la estancia de los cofrades en el interior del templo ofreció a los fieles una sugestiva imagen de la corporación

Hermosa visión y chasco en Santa Justa y Rufina - Foto: David Pérez

La noche del Martes Santo tampoco fue propicia para la segunda de las tres cofradías que, por orden cronológico, hubieran tenido que recorrer el Casco Histórico. El Cristo de la Misericordia, imagen titular de la Cofradía de la Santa Caridad, ni siquiera llegó a salir de la parroquia mozárabe de Santa Justa y Rufina, en donde tiene su sede canónica esta agrupación.

Los fieles que habían acudido a la zona con antelación, paraguas en mano, tuvieron que rendirse a la evidencia y acercarse a preguntar qué pasaría finalmente a las once menos cuarto, momento previsto para su salida en dirección al antiguo Pradito de la Caridad, que los toledanos conocemos en la actualidad como Paseo del Carmen.

El chasco impidió a los asistentes, por tanto, conocer de primera mano la novedad prevista para esta procesión en 2013, que consistía en ir apagando paulatinamente la iluminación municipal conforme avanzasen las estaciones del viacrucis. A cambio de este pequeño chasco, y de no poder revivir una de las mejores escenas de la Semana Santa toledana -el paso avanzando en la oscuridad del antiguo ‘Martes’ situado en las inmediaciones del desaparecido Convento delCarmen, con el Castillo de San Servando y la Academia de Infantería como telón de fondo-, quienes el Martes Santo por la noche se asomaron al interior de Santa Justa fueron testigos de una imagen tan sugestiva como la anterior: un templo iluminado por la luz tenue de faroles, mecido por la voz de los cofrades y con la talla medieval del Cristo como testigo en mitad de la nave.

- Foto: David Pérez

La decisión de no someter al paso a la lluvia fue acertada, pues lo que poco antes de las once era una fina aunque persistente lluvia se convirtió poco después en un auténtico aguacero que llevó también a la última de las tres agrupaciones del Martes Santo, la Cofradía delSantísimo Cristo de los Ángeles, a suspender asimismo su recorrido desde las Gaitanas. Habrá que esperar un año más, por tanto, para retomar la imagen del Cristo de la Misericordia recorriendo el entorno del Carmen con el único acompañamiento musical del tambor destemplado que anuncia el avance de la Santa Caridad, una de las cofradías más destacadas y coherentes de nuestra Semana Santa.