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Los datos fríos dicen que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo. Expiran más personas por esta causa al año que por homicidios y por conflictos bélicos juntos. Sin embargo, apenas se habla de estos en los medios de comunicación. Los datos en España son similares:los óbitos por suicidio son superiores a los provocados por los accidentes de tráfico cada año.
Con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el Teléfono de la Esperanza de Toledo organizó ayer una mesa redonda en torno a la prevención del mismo. Fue a las siete de la tarde en el centro cultural María de Padilla, del Casco histórico. El enfermero especialista en Salud Mental del hospital Provincial Manuel de Gracia abordó el tema desde el punto de vista de la unidad de hospitalización. La psicóloga clínica Matilde Ruiz habló de su labor desde el gabinete. Además, estuvieron presentes el psicólogo del Teléfono de la Esperanza Enrique Galindo y otro voluntario del mismo, que contaron sus experiencias desde este ámbito de ayuda voluntaria.
Acompañamiento y ayuda. Cándido Sánchez, portavoz del Teléfono de la Esperanza en Toledo, explicó que el noventa por ciento de las personas que se suicidan tienen algún problema mental. Por lo que han podido ver el su voluntariado, la causa del suicidio está casi siempre en que la persona sufre una situación que ve muy grave y no ha aprendido a afrontarla. Ahí aparece el deseo de quitarse la vida, porque quiere buscar una salida a esa crisis y estas en una situación mejor.
Ante esta circunstancia, el Teléfono de la Esperanza intenta acompañar a las personas que llaman en un momento de crisis y relajarle la ansiedad. Intentan charlar con ella, para ver si puede darse cuenta de que sólo está pensando en una salida, pero que hay otras posibles que no son las de quitarse la vida.
El número del Teléfono de la Esperanza en Toledo es el 925239525. También hay otro nacional, que es el 902500002. El 10 de septiembre, Día Mundial de la Prevención del Suicidio, está copatrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), ambos organismos vinculados con la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza.