Alrededor de 1.000 kilos de alpacas de paja fueron pasto de las llamas en la noche del miércoles después de que se declarase un incendio en el almacén de la granja de del Instituto de Educación Secundaria San Isidro. Aunque el centro educativo cuenta en la zona con numerosos animales, el terreno afectado se limita exclusivamente a la nave en la que el instituto almacena el alimentos de las cerca de 80 vacas de las que dispone.
Pasadas las 22,30 horas el Parque de Bomberos de la ciudad recibió los primeros avisos del suceso según reconoció a este diario su oficial, David Bernabé Machuca. «Estábamos sofocando un incendio de pasto en la nueva circunvalación del barrio de Santa María y desde allí divisamos la columna de humo», señaló. Y es que, fue tan grande la estela que dejaban tras de sí las llamas que, la noticia corrió a través de las redes sociales muy pronto.
«La paja es muy escandalosa y el humo daba la sensación de que el suceso era mayor de lo que realmente fue», recoció a La Tribuna el concejal de Medio Ambiente, Protección Ciudadana y Movilidad, Florencio Gutiérrez.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron cinco dotaciones de bomberos, un coche nodriza y una máquina retroexcavadora cedida por parte de los Servicios Generales del Ayuntamiento para remover las alpacas. «Había unas 200 alpacas», confirmó el oficial de bomberos. Un material muy complicado de sofocar aunque en un breve espacio de tiempo ya se había controlado el incendio.
El actual director del IES San Isidro, Arturo Jiménez, confeso que el centro educativo se encuentra «consternado porque cuando se produce un incendio en tu casa es muy triste». En su primer mes al mando del instituto, el director manifestó que se trata de un gran palo para la economía del centro ya que en esa nave había varios meses de alimento para las vacas del recinto. «La pérdida económica es muy importante. Desconozco cuanto pueden ser las pérdidas pero más de 30.000 euros seguro», apuntó.
antigua zona de remonta. La nave devorada por las llamas tiene una peculiar historia. «En su día este edificio se construyó para que el ejército hiciese allí la remonta (todo lo relacionado con la cría de caballos). Sin embargo, desde hace muchos años ya no se utilizaba para esa labor sino que lo teníamos como almacén», indicó.
Aunque confesó desconocer totalmente cuál podría haber sido la causa de las llamas, sí destacó que en los últimos días ha hecho mucho calor en la ciudad y algún objeto pudo hacer de lupa y encender la mecha y provocar un incendio que va a tardar algo más de lo previsto ser sofocado. Y es que, simplemente con enfriar las alpacas de paja no es suficiente para acabar con los rescoldos. Por ese motivo se están utilizando retroescavadoras para sacar todas las alpacas y taparlas con tierras para así evitar que las llamas vuelvan a aparecer. Mientras, a lo largo de la jornada de ayer, una dotación de bomberos se encargó de refrescar la zona para que las ascuas no pudiesen volver a provocar el incendio.
Pese a la virulencia de las llamas, la estructura del almacén está en perfectas condiciones tras ser analizada por el arquitecto de la delegación de Toledo. «Solamente se ha quemado la cúpula de plástico por la que entraba la luz», indicó el director. El coste de la cúpula no es demasiado elevado, sin embargo, las pérdidas de las alpacas de paja son muy elevadas y el seguro del instituto está intentando valorar y buscar una solución a los daños.