Era una obra necesaria, se reconoce en el Polígono, tras el catastrófico resultado de la anterior actuación de hace ocho años. Pero las actuales obras del paseo Federico García Lorca todavía no han despejado las dudas que tenían los vecinos, y está provocando algunas quejas por parte de los comerciantes del entorno, sobre todo, por la lentitud que están viendo en la obra, y los consecuentes perjuicios para sus negocios, al tener que convivir en algunos de los meses de más ajetreo con una valla en la puerta.