Añover de Tajo ha encontrado la fórmula perfecta para ser considerada como una de las localidades con más éxito en lo que se refiere a los festejos taurinos. Allí se han conjugado el apoyo incondicional del Ayuntamiento, la gran afición que existe desde hace muchos años, los carteles atractivos y la labor de un empresario que no desespera y que hace que, año a año, la feria de San Bartolomé sea referente en la Sagra.

Para ello Juan Carlos de Padua, organizador de los eventos, pone una gran imaginación en todo lo que se realiza, con festejos populares en las calles con las reses que se lidian en la plaza, sueltas en el coso y sobre todo una gran corrida de toros.

Y en este 2014 y por segundo año consecutivo se ha acertado con un tándem que es un as en la manga para cualquier buen jugador, un tándem de toreros a los que les unen muchas cosas como que son toledanos, que no se dejan ganar la pelea y que los dirige sus carreras el propio Padua. Son Eugenio de Mora y Noé Gómez del Pilar, auténticos motores de la corrida de la feria; con ellos el pasado año la gente salió encantada y el volver a contar con su presencia este año, hacía apostar a caballo ganador.

El tándem tuvo muchas cosas en común, ya que luego en el ruedo y sabiendo el uno del otro lo que viene arreando, hicieron de su reto una lucha sin concesión en la arena para ver quién salía triunfador. Abrió plaza el moracho con capote ante un toro muy bien presentado y armónico que no derrochó fuerza, pero que luego gracias a la buena labor del diestro se empleó con calidad a la muleta. Hubo un momento de apuro cuando el toro dejó prendido de la taleguilla al torero de su pitón en el aire, luego le pasaportó con una gran estocada valiéndole una oreja que paseó animoso por el redondel. En cuarto lugar Eugenio se topó con el toro menos claro de la tarde y al que solo le quedó sacar recursos de buen torero, y a fuerza de tesón y capacidad arrancarle la oreja que le valía para salir a hombros de la plaza.

Como ya nos tiene acostumbrados, Gómez del Pilar se fue a la puerta de toriles y allí se plantó de rodillas para recibir a su primer enemigo, pero lo que no se esperaba nadie es que el toro saltase literalmente por encima del torero. Tras un animoso recibo, recibió un soberbio puyazo de ‘El Patillas’ con el toro viniéndosele de lejos, lo que encandiló al respetable, siendo ovacionado por toda la plaza. El toro de muy buena condición llegó a la muleta con la capacidad de darle a Gómez del Pilar un triunfo por todo lo alto. Faena de buen concepto con ganas y ligazón que de no haber marrado con los aceros hubiese sido de triunfo mayúsculo, quedando todo en una oreja muy merecida y otorgada por el presidente del festejo Genaro Carmena.

Para cerrar plaza sorteó un colorado de buenas hechuras y bien presentado, que fue de más a menos. Con él, Noé puso ganas y entrega hasta que no le acompañó más en sus embestidas. Estocada entera que hizo rodar al toro sin puntilla cortándole dos orejas que le hicieron alzarse como máximo triunfador de la tarde.

No pudo acompañar en volandas Paco Ureña a sus compañeros, aunque rozó su toreo un nivel muy alto en calidad y técnica. Buen recibo capotero y templadas tandas por ambos pitones al que salió en segundo lugar a la arena, siendo su faena pulcra y medida aunque sin llegar a calar en los tendidos con la intensidad que quieren los aficionados de esta plaza. Le pasaportó de una estocada valiéndole para cortar una oreja. En quinto lugar, Ureña marró con los aceros, pues su acierto le hubiese valido para salir a hombros del ruedo y no a pie. Buen concepto del torero con pasajes bellos y de clase que fue despedido con una calurosa ovación del respetable.

Al final del festejo el tándem de Mora y del Pilar a hombros de la plaza con una algarabía de muchachos y aficionados acompañándoles y vitoreándoles como la pareja perfecta para esta plaza de toros de Añover de Tajo.