La cifra es peor que la que había el año anterior (estaba en 6,3) y queda muy por encima de la media del país, que está en 4,6. De hecho, si se repasa la duración media del resto de regiones, se puede comprobar que no hay ninguna otra comunidad en la que se tarde más que en Castilla-La Mancha. Eso es lo que ocurre en Primera Instancia. Cuando se recurre y se pasa a Segunda Instancia, la duración media se reduce en Castilla-La Mancha a los 4,6 meses y se queda más cerca del dato nacional, que está en 4,2.En Penal el dato es más llamativo aún. En Castilla-La Mancha la duración media es de 9,7 meses en Primera Instancia, que son casi cuatro veces más que la demora del conjunto del país, que está en 2,7. Al menos, en este caso algo ha mejorado en comparación con 2016, cuando estaba en 9,9. También aquí la Justicia castellano-manchega es la que más tarda, pero la diferencia es mucho mayor. Después de la región, iría La Rioja como comunidad con una mayor demora, llegando a los 3,9 meses.