El Quijote de Fidel María Puebla se suma al IV Centenario

J. Guayerbas
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El pintor de La Puebla de Montalbán proyecta una nueva exposición en homenaje al personaje cervantino

Fidel María Puebla, ayer, con algunas de sus obras sobre el Quijote. - Foto: LT

Curtido en la novela de Miguel de Cervantes Saavedra, el pintor Fidel María Puebla se vuelve a sumergir en las fantasías históricas cervantinas con motivo del IV Centenario de la publicación de la segunda parte de ‘El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha’.

«Cuando me leo la segunda parte del Quijote profundizo en lo que Cervantes viene a decir del ser humano», comentaba el pintor de La Puebla de Montalbán y miembro de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricos de Toledo. «Más allá del grado de locura, Cervantes escribe a un Quijote con un grado importante de filosofía», explicaba el artista que el próximo mes de junio presentará en la sala de exposiciones del Arzobispado, en la calle Trinidad, la muestra ‘Corazón de caballero’.

Este título da nombre a una de las 33 obras que Fidel María Puebla espera reunir en torno al Quijote y al mundo cervantino en la exposición que como indicaba es la continuación de la obra que presentó en 2005 con motivo del Año del Quijote.

En esta ocasión las pinceladas del artista beben de la experiencia personal. Fidel María Puebla se deja llevar por los impulsos del corazón para abordar la novela de Cervantes en un mundo imaginario a la par que real en el que sobresale la expresión plástica a través del color.

Pinceladas sueltas y manchas de acuarela y acrílico que crean la escenografía irreal, o no, a personajes como Sancho o la idealizada Dulcinea, evocadora del amor. El mismo sentimiento que el artista ha empleado en este nuevo proyecto que supone un punto y seguido a su dilatada trayectoria frente al caballete.

La muerte del Quijote marcó a Cervantes y marca a Fidel María Puebla en pinturas como ‘Dulce tránsito’ o ‘La muerte de Don Quijote’ en la que aparece el propio escritor del Siglo de Oro llorando la pérdida de su personaje, como recoge el capítulo 74 de la obra. «Cervantes duda de la muerte del Quijote, de no ser por la publicación en 1614 del Quijote de Alonso Fernández de Avellaneda podría haber existido hasta una tercera parte firmada por Cervantes», apuntaba el pintor que trabaja día y noche en su estudio con una paleta de color decidida para sumarse a esta conmemoración cervantina.