El australiano Daniel Ricciardo ganó ayer el turbulento Gran Premio de Fórmula Uno de Hungría, en el que el español Fernando Alonso logró un inesperado segundo lugar. El británico Lewis Hamilton hizo otra brillante remontada al ocupar la tercera plaza del podio después de salir desde los boxes en Budapest. Por primera vez, ningún piloto de Mercedes entró entre los dos primeros.

El alemán Nico Rosberg no pudo aprovechar su ‘pole’ para ampliar su ventaja al frente de la clasificación, pero con la cuarta plaza defendió su posición de privilegio frente a su compañero en las ‘flechas de plata’.

La carrera dejó un nuevo desencuentro en el equipo germano. «Ahora mismo no quiero dar mi opinión», dijo un Rosberg claramente contrariado tras la carrera, en la que Hamilton se negó a dejarse adelantar en un momento clave. «Me sorprendió mucho que la escudería me pidiera que le pasara. Es algo bastante inusual», advirtió el británico. El vigente campeón del mundo, el alemán Sebastian Vettel, hizo otra decepcionante prueba y terminó séptimo.

Una fuerte lluvia 45 minutos antes del comienzo de la competición, dos coches de seguridad, numerosos accidentes y abandonos, muchos adelantamientos arriesgados y varios cambios de líder propiciaron una emocionante undécima prueba de la temporada en el Hungaroring.

Una vez completadas las 70 intensas vueltas, Ricciardo celebró su segunda victoria del año con Red Bull, después de la que logró en Canadá. Alonso, por su parte, sumó el segundo podio para Ferrari, tras la tercera plaza lograda en China.

Alonso, Hamilton y Ricciardo pelearon con todos los medios en la última fase de la carrera. Pero el piloto de Red Bull tenía mejores neumáticos y, a cuatro vueltas del final, se deshizo de Hamilton con una valiente maniobra.

Un giro más tarde, el asturiano tampoco pudo hacer nada para contener al australiano, que se escapó ya sin oposición hacia la meta.

Hamilton trató también de adelantar al ovetense, pero el de Ferrari defendió la segunda posición. Por detrás, Rosberg, que había estado a 21 segundos de distancia, recuperó el espacio perdido y estuvo a punto de sobrepasar a su compañero de equipo en la última vuelta.

El líder del Mundial se quedó por primera vez fuera del podio, a excepción del Gran Premio de Gran Bretaña, en el que tuvo que abandonar por problemas técnicos. La carrera no había empezado bien para Hamilton, que en la segunda curva se salió de la pista y dañó su alerón delantero. El británico tuvo que partir de boxes, después de que la clasificación del sábado terminara para él a los pocos minutos al incendiarse su bólido. Los charcos de agua antes de la salida transformaron completamente las condiciones de la carrera. Todos partieron con neumáticos intermedios, pero aun así hubo bastantes resbalones.

Mientras Rosberg defendió sin problemas su ‘pole’, Vettel perdió nada más empezar dos posiciones ante Valtteri Bottas y Alonso, aunque poco después el alemán volvió a adelantar al español.

Tras un fuerte accidente del sueco Marcus Ericsson, el ‘safety-car’ neutralizó por primera vez la prueba en la novena vuelta. Así, Rosberg no solo no pudo recuperar su cómoda ventaja de nueve segundos, sino que cayó incluso a la cuarta posición porque no pudo cambiar a tiempo sus ruedas, a diferencia del nuevo trío de cabeza con Ricciardo al frente.

Un violento choque del mexicano Sergio Pérez en la vuelta 23 obligó a la entrada del segundo coche de seguridad, lo que propició que Alonso, que arriesgó con su estrategia, llegara a liderar sorprendentemente durante buena parte el Gran Premio de Hungría.

El campeonato, que se toma ahora cuatro semanas de pausa, sigue claramente en manos de Mercedes. Rosberg es primero en la tabla de pilotos con 202 puntos, 11 más que Hamilton. Ricciardo les sigue con 131.