El Ayuntamiento inventaría los árboles singulares para protegerlos

C.F.
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Desde la Concejalía de Medio Ambiente se ha creado un catálogo municipal. De manera paralela se ha emitido una ordenanza para impedir que estas zonas verdes desaparezcan

El Ayuntamiento inventaría los árboles singulares para protegerlos - Foto: David Pérez

El equipo de Gobierno de Borox ha creado una ordenanza municipal con la que se pretende proteger a los árboles ubicados en el municipio, tanto en terrenos públicos (cerca de sesenta) como en privados (más de una veintena), como aparece reflejado en un listado hecho público a través de la página web municipal.

El motivo viene dado por los hechos sucedidos en 2005-2006 donde se encendieron las alarmas cuando varios vecinos denuncian y consiguen parar el arranque de alguno de los árboles de la plaza, el estancamiento de la política de creación de nuevos equipamientos públicos dedicados a parques y zonas verdes pasa de nuevo a un segundo plano, se señala en el escrito.

Con la ordenanza, se pretende  regular este asunto y aquella persona, o ente que arranque un árbol, deberá plantar ocho nuevos árboles en el municipio, además de una valoración del daño causado que podrá finalizar con una multa económica, que van de los 50 euros si fuera considerada leve hasta los 3.000 euros en el caso de las muy graves, cuando se incida en las plantaciones catalogadas como de interés público, por ejemplo.

Así, desde la Concejalía de Medio Ambiente se ha creado un catálogo municipal de árboles singulares, siendo inventariados aquellos que por sus características (especie, tamaño, simbolismo, longevidad, belleza, etc) sean dignos de ser dotados de una protección integral, con independencia de su ubicación en terreno público privado.

Entre los primeros, se encuentra, por ejemplo la arboleda de olmos de la piscina municipal, los arces negundos de la plaza del municipio o el álamo centenario que se conversa en la avenida Piedad Colón del que se conserva su tronco principal habiendo perdido sus ramas por las malas podas anteriores. De la misma forma se declara Valdelamar como paraje natural, un espacio integral protegido, donde no estará permitido ningún tipo de alteración, modificación, movimiento de tierras o de su flora.

En el ámbito de los terrenos privados se encuentran los cipreses centenarios del cementerio parroquial junto a la ermita de Nuestra Señora de la Salud y todos los árboles dentro de los límites del recinto anexo a la ermita o un nogal centenario junto al pozo de tierra de cultivo, de la calle Baler, así como los pinos de la fachada de la casa conocida como ‘Castillo Mahul’.