A pesar de que los datos macroeconómicos están resultando positivos en el cierre del primer trimestre e, incluso, la tasa de desempleo firmó, según la Encuesta de Población Activa (EPA), una bajada histórica desde el inicio de la crisis, en los hogares españoles no se registró este avance, sino que se vivió un retroceso. Y es que la deuda de las familias subió en junio en 3.465 millones de euros, hasta los 772.721 millones, de modo que rompió la tendencia de seis meses de descensos consecutivos, según apuntó ayer el Banco de España, que constató que en el sexto mes del año se frenó el proceso de desendeudamiento de los hogares debido a los problemas económico.

En concreto, el déficit se incrementó un 0,45% respecto a mayo, pero, en comparación con junio de 2013 supone una caída del 5%, frente a los 814.235 millones que las familias debían hace un año, con lo que el indicador todavía se mantiene en tasas previas a la crisis, iniciada hace seis años.

El aumento en junio se explica, principalmente, por el ascenso de los créditos al consumo de las familias, que crecieron un 3,8% con respecto al mes anterior, hasta alcanzar los 171.959 millones de euros. En cambio, la deuda hipotecaria siguió descendiendo, registrando un retroceso del 0,47%.

En tasa interanual, los créditos al consumo en manos de los hogares mostraron en el sexto mes del año una caída del 7,5%, mientras que la deuda hipotecaria descendió un 44% respecto al mismo período del año anterior.

A pesar de esta bajada de la inversión en vivienda a lo largo de la crisis financiera, el importe que las familias españolas destinan a su casa sigue ocupando la mayor parte de su endeudamiento, ya que supone más de dos tercios del mismo.

Mejor para las empresas.  Por su parte, las empresas registraron mejores datos, ya que la deuda de las compañías españolas se redujo en junio un 0,53% y sumó 1,038 billones de euros. Además, en tasa interanual, el déficit bajó un 5,9%, como consecuencia del proceso de desendeudamiento de las firmas desde el inicio de la crisis.

El ligero descenso de la deuda empresarial en junio se explica, según apuntó el Banco de España, por la caída de los préstamos de entidades de crédito residentes y los préstamos titulizados fuera de balance, que se redujeron un 1% en el sexto mes del año, hasta los 612.741 millones de euros. En cambio, los valores distintos de acciones aumentaron un 0,7%, hasta los 83.452 millones de euros.

Mientras tanto, los préstamos al exterior prácticamente se mantuvieron estables en junio, hasta sumar un total de 342.739 millones de euros, tal y como se desprende del informe elaborado por el organismo emisor.