La Junta inicia el expediente para declarar BIC el Cerro de la Mesa

J. M. / Toledo
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El Gobierno regional considera que se trata de «un ejemplo sobresaliente» del patrimonio cultural de la región para conocer el periodo entre el Bronce Final y la romanización

La Junta inicia el expediente para declarar BIC el Cerro de la Mesa - Foto: V. R. Durán

La Dirección General de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha iniciado el expediente para la declaración de Bien de Interés Cultural para el Cerro de la Mesa en los municipios de Alcolea de Tajo y Azután, en la categoría de zona arqueológica. Se trata de «un ejemplo sobresaliente» del patrimonio cultural de la región por ser una zona clave para el estudio de un amplio período histórico comprendido entre el Bronce Final y la romanización, así como por la singularidad de sus estructuras, según detalla la resolución del Gobierno regional.

El yacimiento Cerro de la Mesa se localiza en su mayor parte en el término municipal de Alcolea de Tajo, próximo a la pedanía de El Bercial, y se introduce ligeramente por el oeste en el término municipal de Azután. Concretamente, se sitúa en el margen derecho del río Tajo, en la confluencia del río Huso. Según detalla la Junta, el Cerro de la Mesa ha sufrido fuertes cambios que han desvirtuado la realidad del yacimiento y alterado el aspecto de su entorno.

Con la declaración, se permitirán los usos que sean compatibles con su puesta en valor y disfrute patrimonial, y que contribuyan a la consecución de estos fines. En este sentido, se indica que se evitarán las modificaciones de latopografía existente o la alteración del subsuelo y de los elementos accesorios como muros, cierres o caminos, e incluso la estructura parcelaria, salvo autorización de la consejería competente en materia de patrimonio cultural.

Respecto a la referencia histórica, la Junta apunta que en el Cerro de la Mesa se ha documentado la existencia, en el lado oriental del asentamiento, de un amurallamiento parecido a hallados en la cuenca del Guadalquivir. El fenómeno orientalizante supuso la integración de las cuencas del Guadiana y del Tajo en el nuevo marco económico que resulta de las relaciones que se establecen entre los asentamientos del mundo colonial fenicio con las comunidades autóctonas peninsulares. En el sector occidental del Valle del Tajo, y más concretamente en el ámbito de influencia del Cerro de la Mesa, se puede constatar entre los siglos VII y VI antes de Cristo la presencia del fenómeno orientalizante, a través de una serie de evidencias arqueológicas que permiten intuir un proceso complejo de contacto, recepción y reelaboración de influencias de tipo material y simbólico.

En el caso del Cerro de la Mesa, el impacto orientalizante aparece vinculado a la práctica religiosa. El área de posible funcionalidad religiosa se halló en un sector amortizado de la muralla del sector meridional del cerro.

El siglo IV antes de Cristo supuso profundos cambios que deben entenderse como una nueva forma de organización social y de su reflejo en la ocupación del paisaje. El campo aparecerá cada vez más ocupado y parcelado, aunque se siguen manteniendo especialmente aquellos enclaves que controlan puntos críticos de la red viaria, tales como los vados. Como ocurre en el caso del Cerro de la Mesa.