El consejero explicó que los agricultores mantienen sus protestas porque áreas bajo jurisdicción estatal, como los aludes del ferrocarril, funcionan como santuarios para la especie al no facilitarse la entrada para acciones de erradicación de conejos. Arroyo señaló que no se declararán los conejos como plaga, debido a que los costes de la medida serían soportados por los agricultores y no hay un veneno autorizado contra este roedor, y agradeció a las organizaciones agrarias que no le plantearán está reivindicación.