Denuncian la lentitud de la obra de Reconquista

I G Villota
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Los comercios esperan que esté lista antes de Navidad para no acumular «dos años de perjuicios». Ambos colectivos critican también la mediana y ven estrechos los carriles

Los vecinos y los comerciantes de Santa Teresa tienen una opinión bastante homogénea respecto a la obra de remodelación integral de la Reconquista, una de las arterias principales de la ciudad y eje del barrio. Denuncian la «lentitud» detectada en la ejecución de los trabajos, especialmente en las últimas semanas, cuando además se están produciendo cortes de tráfico en un carril por sentido lo que está ocasionando molestias tanto a los que viven en el barrio como los que trabajan en él. Pero no solo eso, también están provocando perjuicios a los negocios por los problemas para llegar y los atascos.

«Se empezó con retraso, después del Corpus, respecto a los plazos dados y la obra va muy lenta», manifiesta el presidente de la asociación de comerciantes y de empresarios de Santa Teresa, Carlos Molina, quien se muestra especialmente preocupado por las fechas en las que estamos. «No nos gustaría que se demorara hasta Navidad porque nos haría mucho daño a los empresarios», afirma, «pero me huele a que se va a retrasar y me parece muy preocupante», continúa.

Los comerciantes recuerdan que de ocurrir así «serían dos años seguidos perjudicándonos en la campaña navideña», una de las más importantes para este colectivo. «El año pasado levantaron la calle Méjico para instalar el alumbrado precisamente en estas fechas y nos hizo daño», comenta.

Sensaciones parecidas tienen en la asociación de vecinos de Santa Teresa. Su vicepresidente, Antonio Arias, también utiliza el término «lento» para describir el desarrollo de la obra. «El representante de la asociación de comerciantes se quejó de este tema al Ayuntamiento y parece que hay algún operario más, pero el ritmo nos sigue pareciendo bajo», afirma.

La obra tiene un plazo máximo de ejecución de seis meses, pero el objetivo es que esté lista en menos tiempo, dado que se trata de una intervención «sencilla», señalaba hace unos meses la concejala de Obras Noelia De la Cruz.

La mediana. Otro de los puntos de coincidencia tiene que ver con la mediana. Las sensaciones no son buenas en ambos colectivos. El proyecto de la obra, sobre el papel, decía que la mediana sería ampliada y embellecida con plantas. En concreto, pasará de medir 0,7 metros a 1,1 metros y en ella se plantarán casi 300 metros cuadrados de rosal, que ofrecerá un nuevo aspecto de color a la avenida kilométrica.

Una vez levantada la mediana, desde la asociación de vecinos muestran su rechazo. «No nos gusta lo que vemos», afirma Jiménez, quien lamenta que el equipo de Gobierno municipal no les haya dado ninguna información sobre el desarrollo de los trabajos, más allá de «una reunión antes de empezar».

Los vecinos detectan bordillos «estrechos y altos» y una mediana «ridícula». «Será para que no crucen los peatones, pero no lo terminamos de ver. Tampoco sabemos si se va a plantar algo o finalmente no», apuntan.

Los comerciantes van en una línea similar. «Esperábamos algo más verde, que embelleciese la imagen de la avenida y nos tememos que va a ser más adoquín que otra cosa», comentan.

Respecto a la estrechez de los carriles también hay consenso. «Los cuatro carriles van a estar pero van a quedar estrechos», dice el representante de los empresarios. El de los vecinos va más allá y manifiesta su preocupación por los posibles atascos: «En las salidas de las paradas de autobús, como se quede un vehículo un poco cruzado en el carril y el del otro carril sea un coche grande o una furgoneta de reparto se van a quedar los dos carriles obstruidos», alerta.

Los vecinos también rechazan que no se hayan renovado todas las baldosas. «Unas son nuevas y otras viejas y no queda muy bien, pensábamos que iban a cambiar todas, de hecho hay algunas viejas que siguen rotas», sostiene Jiménez.

el doble de presupuesto. Desde los comercios creen que la clave está en que el presupuesto (unos 600.000 euros) es bajo para una obra de estas características que afecta a más de 25.000 metros cuadrados. «Nos hubiese gustado el doble, porque además tenían dinero y porque llevan años y años sin invertir en Santa Teresa», censura.

El aspecto positivo de la obra se lo lleva la iluminación. Ambas entidades coinciden en que hay más luz y eso siempre es bueno, aunque desde la asociación de vecinos alertan de la falta de orden en la instalación de las 123 nuevas luminarias led. «Las han puesto a ‘x’ metros caigan donde caigan y algunas están debajo o encima de árboles, en lugares donde no corresponde», apunta Jiménez.