El arqueólogo Jesús Carrobles Santos ha presentado su dimisión como director de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo. Lo hizo hace ya una semana, en el último Pleno de la institución, una sesión turbulenta que deja en el aire el gobierno del organismo cultural.

Ahora, con la dimisión encima de la mesa, se abre un periodo de reflexión para los académicos numerarios. No será hasta la próxima sesión del Pleno de la Academia cuando se admita o se rechace la marcha del hasta ahora director.

Al tratarse de una institución colegiada podrían darse varias posibilidades, como que se rechazara su dimisión, o que se aceptara y se le volviera a elegir acto seguido como director otra vez. O que le sustituyera al frente de la Real Academia una nueva persona. Lo que sí está claro es que, de aceptarse su dimisión, y la del secretario de la Real Academia, Francisco María Fernández Jiménez, que también dimitió en la abrupta sesión del pasado martes, la Junta de Gobierno de la institución tendría que cesar al completo y deberían elegirse de nuevo todos sus cargos.

Así, a falta de ver cómo se desarrollarán los acontecimientos en el seno de la institución, ahora se abre un periodo de reflexión para los académicos numerarios.

Jesús Carrobles, que fue elegido director el 2 de febrero de 2016, confirmó ayer a La Tribuna su dimisión y manifestó que está totalmente a disposición del Pleno. «Es soberano», manifestó al respecto de lo que pudiera pasar sobre su futuro y el de la institución el próximo martes.

Menos claro se mostró sobre los motivos que le han llevado a presentar su marcha. «Llevar casi tres años en la institución, la situación y las posibilidades...», señalaba ayer Carrobles sin concretar, ya que prefirió no pronunciarse al respecto.