Un toledano en el corralito

I.P.Nova / Toledo
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Tras varios días en la capital helena Guillermo Romero se 'empapa' de las concentraciones que, noche y día, toman las calles griegas

Puede sacar dinero, las gasolineras despachan con normalidad y no ha encontrado ningún supermercado desabastecido de alimentos. Ese es un pequeño resumen de las vivencias de Guillermo Romero, un toledano que lleva unos días en Grecia de turismo y que se está empapando del espíritu del gobierno de Tsipras acudiendo a charlas y manifestaciones.

«La gente está tranquila aunque muy pendiente de la prensa por las impresiones sobre el referéndum. Hay muchas movilizaciones, todas las tardes y todas las noches hay una o dos concentraciones», explica este toledano que, en los días que lleva allí, se acercó a varias manifestaciones llegando a conocer, incluso, al ministro de Asuntos Públicos.

Romero llegó a Grecia el sábado, vía Roma, con dinero en efectivo ante la inminencia del ‘corralito’, una precaución que, asegura, no le habría hecho falta. «El lunes, que se anunció el ‘corralito’ en muchos cajeros no había cola. Nosotros no hemos tenido ningún problema en sacar el dinero que queramos e incluso estamos pagando con tarjeta en los establecimientos», explicó. El único momento en el que este toledano vio algo de alerta fue ante el desabastecimiento de crudo que se anunció el lunes. «Pero estamos viendo que la gente llena el depósito sin problemas», concreta.

Durante su estancia, Romero  está acudiendo a concentraciones de todos los bandos políticos y no percibe violencia por parte de los manifestantes ni de la policía. «Tal vez según se acerquen las fechas del referéndum la gente se ponga más nerviosa. Pero ahora mismo notamos que están muy pendientes de que salgan las primeras encuestas oficiales. Yo creo que, a partir de ahí, comenzará el movimiento», aclara.

Tal y como argumenta Romero, la principal preocupación de los griegos no es el corralito decretado por su gobierno, sino las reacciones de Europa ante los resultados del referéndum. «A ellos les están consultado sobre si aceptan las medidas, no sobre si quieren estar en Europa. Aun así, tienen la preocupación de que si sale el no Europa se lo tome como un rechazo. Por otro lado piensan que si sale el sí la gente de Syriza dimitiría porque significaría que no están de acuerdo con su programa y tendrían que volver a realizar elecciones», advierte. Aunque acuda a manifestaciones de ambos lados, Romero reconoce que se mueven más con gente que está a favor del gobierno de Tsipras. Además, el toledano está al día de la imagen que se está dando en España de la actual situación griega, y dice que dista mucho de la realidad. «Veo fotos de jubilados llorando y aquí no percibo nada de eso», aclara.

«Hay muchos turistas, hay gente por los bares y por los restaurantes. Hay una sensación de duda sobre qué pasará, pero no de histeria», desarrolla. Porque, no hay que olvidar que Grecia es un destino muy recurrido para los turistas, un sector al que, aseguran, «cuidan mucho».

Aunque acudieran a conocer el país heleno, Romero y sus compañeros de viaje se están empapando de un cambio cultural que les llama especialmente la atención. «Estamos conociendo los movimientos sociales de Grecia, todas las cooperativas...», pretexta. Desde editoriales que fabrican y venden sus propios libros hasta cooperativas para comer, la visión actual del comercio en el país griego es algo muy cambiante. «Nos estamos dando cuenta de que funcionan mucho por cooperativas para que les salga más barato», narra el toledano.