Quismondo, una puerta hacia África

J.A.J./Toledo
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ras la instalación de una familia de Costa de Marfil en Quismondo, su Ayuntamiento ha estrechado los lazos con el país africano hasta el punto de plantearse intercambios escolares y acuerdos comerciales con un país emergente

El embajador de Costa de Marfil ha recibido al alcalde de Quismondo en la sede de la Embajada en Madrid.

¿Qué tienen en común un municipio toledano de unos 1.600 vecinos con una país centroafricano de 22 millones de habitantes? Alguna relación deben tener cuando el embajador de ese país recibe en audiencia al alcalde. Este regidor con capacidad para las relaciones exteriores es el de Quismondo, José Eugenio del Castillo, que a través de un hecho puntual como la instalación en su municipio de una familia de Costa de Marfil ha puesto en marcha una relación privilegiada con esta excolonia francesa que aspira a convertirse en una de las naciones emergentes en su continente.

Al igual que lo hizo su antecesora, el nuevo embajador de Costa de Marfil en España, Charles Darius Atchimon Ake, ha recibido a Del Castillo en su residencia de Madrid. Según explica el Consistorio quismondano en una nota, en la reunión se planteó el establecimiento de relaciones entre este municipio de la comarca de Torrijos y una ciudad costamarfileña. El propósito es que «ambas culturas puedan ser transmitidas a los más jóvenes» en tan distantes poblaciones, en una suerte de hermanamiento.

Además, el embajador adelantó al alcalde su propósito de visitar Quismondo para conocer la localidad y el sector empresarial de su entorno.

Ayuda como inversión de futuro.

Según recuerda el regidor, este particular vínculo con un país lejano nace de la radicación hace seis años en su municipio de una familia de ciudadanos de Costa de Marfil que trabajan en la embajada de este Estado en Madrid. En Quismondo, esta familia halló el lugar tranquilo que buscaba para vivir y los quismondanos ganaron unos nuevos vecinos de los que el alcalde destaca su carácter amable y su capacidad para integrarse en una sociedad diferente a la de su origen. Con este contacto personal, el Ayuntamiento de Quismondo quiso profundizar la relación con Costa de Marfil a través de iniciativas solidarios como la recolecta de libros y material escolar con destino al país africano.

A partir de ahí, el alcalde plantea profundizar el vínculo con un estado del que destaca su potencial. Pese a situarse en el Tercer Mundo, Del Castillo remarca su cada vez mayor estabilidad política y prosperidad económica, con grandes posibilidades de crecimiento. Y por ello plantea unos planes que puede parecer que sobrepasan lo ambicioso, aunque él insiste en que son factibles. Junto al hermanamiento, plantea intercambios escolares entre jóvenes de su municipio y del país, de los que todos pueden beneficiarse con el conocimiento de sociedades distintas.  «Tendremos niños de Costa de Marfil que vendrán a Quismondo y niños de Quismondo que irán a Costa de Marfil», comenta. Y añade ante lo difícil que parece la empresa que «si no se intentan las cosas, no se hacen.  Y lo vemos factible, porque Costa de Marfil está interesada y se haría en las casas de cada familia. Tiene que verse tan normal como un intercambio con Alemania o Gran Bretaña».

Además, remarca las posibilidades de exportar productos de Quismondo y la región, desde las manufacturas industriales a productos alimentarios como el vino y el aceite de oliva a un estado que poco a poco va mejorando su poder adquisitivo. «Estamos tratando de hacer un encuentro con empresarios de Quismondo y su zona para ver las posibilidades que hay para exportar a Costa de Marfil», explica.

«Lo importante es que todas las administraciones hagamos nuestro trabajo en lo que podamos, y si al final una empresa de Quismondo o Castilla-La Mancha puede beneficiarse de mi gestión con la Embajada de Costa de Marfil estaré muy satisfecho», concluye José Eugenio del Castillo.