Villarejo de Montalbán: el agua embotellada, a 8 kilómetros

J..M.
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Los vecinos de este pequeño municipio de La Jara se abastecen en Los Navalmorales por la turbidez del suministro en la última semana. Los vecinos se quejan del mal estado del camino

Las muestras de agua recogidas han dado ya como resultado la potabilidad del abastecimiento en la mayoría de las poblaciones. Una prueba realizada por la propia Mancomunidad del río Pusa ha dado un resultado favorable después de que una tormenta desatada el pasado día 17 generase una turbidez en el suministro por el lodo del cauce que ha imposibilitado el uso estos días. El color ha mejorado y se ha tornado casi transparente, incluso en Villarejo de Montalbán, el último en recuperarse de los efectos junto con Santa Ana de Pusa. Al respecto, los vecinos deben viajar a Los Navalmorales, a ocho kilómetros de distancia por un camino muy deteriorado, para poder comprar agua embotellada. No obstante, el alcalde, Salvador Aguilar, indicó que no ha hecho falta recurrir a camiones cisterna.

El presidente de la mancomunidad, Esteban Benito, aclaró que el agua de las nueve de las poblaciones está confirmada como potable y sólo falta por asegurarse en Villarejo de Montalbán y Santa Ana de Pusa. La probable aptitud próxima del suministro no supondrá una recuperación inmediata porque, tal y como comentaba el alcalde de Villarejo, en su caso limpiará el depósito de la localidad y tardará una semana más.

Por lo tanto, los vecinos deberán recurrir obligatoriamente unos días más al agua embotellada más cercana. Así, los 85 habitantes se abastecen de las tiendas de Los Navalmorales. «Cuando voy, compro 10 garrafas de ocho litros», afirma el regidor sobre esos desplazamientos que sirven también para el encargo de otros vecinos.

El alcalde recalca que el vínculo con Los Navalmorales resulta extraordinario, por lo que siempre hay algún vecino de Villarejo de Montalbán de paso por la localidad. «Estamos casi todos los días allí», señala Salvador, quien reconoce que nunca ha bebido agua de la red de la Mancomunidad de Río Pusa y prefiere comprar el producto envasado. «He estado 45 años en Madrid y estaba acostumbrado a ese agua», explica.

Aguilar prefiere destacar como principal molestia el pésimo estado del camino asfaltado que comunica Villarejo de Montalbán y Los Navalmorales. «Los pueblos pequeños estamos dejados de la mano de Dios», lamenta y sugiere que sea la Diputación la que se haga cargo de la gestión de esta vía.