Rajoy recibe un baño de multitudes al grito de «presidente» en Ocaña

J. M. / Ocaña
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El presidente del Gobierno y del Partido Popular visitó ayer el Ayuntamiento y el Museo Porticum Salutis como final a una jornada dedicada a recorrer Castilla-La Mancha

El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, tardó media hora en recorrer los apenas 150 metros que separaba su coche del Ayuntamiento de Ocaña. Esta demora evidencia que el responsable político estuvo volcado en esta visita de víspera electoral y se saludó y fotografió con los ocañenses sin prisa alguna. Los gritos de ‘Presidente, presidente’ acompañaron al líder ‘popular’ en el recorrido, que completó acompañado por la secretaria nacional de la formación y candidata a diputada nacional al Congreso, María Dolores Cospedal, así como de la alcaldesa, Remedios Gordo, y de un abundante despliegue de seguridad.

Rajoy, quien no hizo declaraciones, estuvo más de una hora en Ocaña como fin al periplo de una jornada por Castilla-La Mancha que lo llevó por cuatro provincias. El presidente del Gobierno visitó las dependencias del Ayuntamiento y el belén instalado en el Museo Porticum Salutis, ubicado en el convento dominico Santo Domingo de Guzmán.

«Es alto, ¿eh?», decían los curiosos que se arremolinaban en torno al presidente del Gobierno para hacer una instantánea al mandatario político, a quien algunos conocían de las vacaciones en la localidad pontevedresa de Sangenjo. «Qué cantidad de gente, espectacular», decían los primeros espadas del PP de la provincia ante los gestos hacia el presidente, regalo incluido de una joyería.

Rajoy saludó posteriormente a los ocañenses desde el balcón del Ayuntamiento y recibió de nuevo los cánticos de ‘Presidente, presidente’. Por unos segundos, admiró la belleza de la plaza Mayor, asomado junto a Cospedal y Gordo. Junto a él, se encontraban también en Ocaña el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, el delegado provincial, Fernando Sanz o los candidatos al Congreso y al Senado, entre otros.

Como remate de su visita a Ocaña y un guiño a la próxima Navidad, el presidente del Gobierno y del Partido Popular se desplazó al cercano Museo Porticum Salutis, donde conoció el belén que se expone permanentemente en este edificio del convento dominico Santo Domingo de Guzmán, que celebrará el próximo año los 800 años de la fundación de esta orden, y siguió las explicaciones del vicario de la orden, Pedro Juan Alonso.

Inmediatamente después, Rajoy abandonó Ocaña, pero numerosos vecinos recordarán para siempre esta visita relámpago de un presidente del Gobierno.